“La delgadez de algunas de las modelos en el desfile de Jason Wu me ha distraído”, escribió en un tweet la periodista de moda de ‘New York Times’. Sus palabras fueron aplaudidas por muchos, pero hubo quien acusó a la experta en tendencias de haberse marcado un ‘body shaming’ en toda regla.
“Wu es uno de los pocos diseñadores que ofrecen una línea inclusiva. Esta idea, combinada con la conversación sobre la diversidad de tallaje que existe en la actualidad, que es mas de boquilla que cierta, ha hecho que la delgadez de algunas modelos del desfile haya resultado llamativa, así como la ausencia de modelos de talla media o de tallas grandes”, alegó Friedman. “No se trata de avergonzar a las tops, sino de llamar la atención sobre este tema. Creo que es el momento de que la moda refleje a todo el mundo al margen de su raza, género, talla y edad”, señaló la periodista.
“Está la delgadez, que es prácticamente ya parte de la industria, y luego está la necesidad de mirar más allá. Como dice Vanessa, es muy notable la falta de diversidad en la pasarela. El proceso de casting ha regresado hacia la delgadez extrema de las pasadas temporadas”, decía por su parte Tyler McCall.
Lo cierto es que aunque la modelo ‘plus-size’ Precious Lee se encargó de cerrar el desfile de Thome Browne y firmas como Carolina Herreray Coach han apostado por la diversidad de tallaje sobre la pasarela, y por más que como señala The Fashion Spot, frente a las cuatro modelos de talles grandes que desfilaron en la Semana de la Moda de Nueva York en la temporada otoño/invierno 2016, ahora han sido 51, cada vez es menos habitual que las firmas apuesten por la inclusión. Hay determinadas modelos que aparecen de forma recurrente en los desfiles, pero resulta llamativa la escasa variedad de nombres.
¿Dónde están las tallas diversas en la moda?
Candice Huffine se preguntaba en sus redes sociales por qué la moda, tras abrazar las curvas, las había vuelto a eliminar de la conversación por completo el año pasado. En la Mercedes Benz Fashion Week de Madrid hemos visto a Lorena Durán desfilar en muchos shows, y sin embargo, al margen de ella, apenas hay variedad de tallas en los desfiles.
La temporada pasada muchas voces alertaron del regreso al culto a la delgadez, ese que por su parte la (ex) reina de las curvas por excelencia, Kim Kardashian, está practicando desde que presumió de haberse sometido a una dieta muy restrictiva para poder entrar en el vestido de Marilyn Monroe para acudir a la gala Met. Desde entonces, tanto ella como Khlóe Kardashian lucen unas esbeltas siluetas que han preocupado a algunos.
¿Ha vuelto la tiranía de la delgadez?
Aunque por supuesto el cuerpo nunca ha de ser objeto de debate, la verdad es que una de las razones por las que la delgadez vuelve a ser el tema de conversación del momento es que las tendencias del 2023, esas que beben de los años 2000, parecen ser algunas de las responsables de que un tipo de silueta se imponga.
Por su parte la fiebre por el fármaco para la diabetes que las celebridades han popularizado para perder peso está también aumentando el poder de unas tallas que cada vez están más presentes tanto sobre la pasarela como en la alfombra roja.
“Tuve una experiencia interesante durante la Semana de la Moda de Nueva York. Tenía muchas ganas de acudir esta temporada tras haber ido a las de Nueva York y París, pero sentí que este año, en comparación con muchos otros años, fue el menos inclusivo de todos. Ha sido muy decepcionante. En este punto, debería haber más inclusión y diferentes tipologías de siluetas en los desfiles y en el front row”, explicó a StyleCaster la influencer Remi Bader.
Ese es, de hecho, un tema que tendemos a olvidar: que la representación de la diversidad no solo está ausente en la pasarela, sino también entre quienes son invitadas a los desfiles.
“El equipo de relaciones públicas limita el alcance que su cliente puede tener al no hacer un listado inclusivo. A veces los diseñadores no tienen espacio suficiente para invitar a más gente, pero invitar a las influencers de tallas grandes no ha de ser un sacrificio para ellas”, explica la influencer Greivy, que asegura además que las firmas solo ofrecen a los asistentes prendas con tallajes de muestra, por lo que es imposible para quienes tienen una talla superior a la 38 vestir de la marca.
De esta forma, asegura la instagramer, las firmas se encargan de que su prenda se vincule con una silueta determinada.
Para que la moda realmente refleje a todas las compradoras, por lo tanto, no solo ha de asegurarse de que las modelos sean diversas, sino también quienes acuden a los desfiles. La representación está encima de la pasarela, pero también, en el front row.