Una de las múltiples cosas buenas que tiene ser periodista de moda es que estás continuamente en contacto con las tendencias y, por lo tanto, te enteras muy pronto de todas las novedades que llegan a las tiendas. Era junio y la boda que tuve este fin de semana me quedaba todavía muy lejana, pero vi un vestido en Zara, del que ya os hablé en No se puede consentir tanta belleza en un vestido de flores de Zara que parece de Alta Costura y que se ha agotado en dos días, del que me enamoré y dije: "es el vestido que voy a llevar a la boda de mi amiga Elena". Pero, con tan mala suerte, que se agotó tan rápido que no me lo pude comprar y, desde entonces, miré casi todos los días en Vinted y Wallapop si alguien lo vendía. Y me sobró tiempo para encontrarlo. A PRECIO DE ORO, claro.
Aunque en las tiendas físicas de Madrid como en la web fue imposible encontrar el vestido que tenía un precio originalmente de 49,95 €, que finalmente acabó rebajado por menos de 20 € y que tampoco pude ni oler con ese precio, tanto en Vinted como en Wallapop encontré que algunas usuarias lo tenían a la venta por precios más caros. Algunos usados, otros con etiqueta, encontré el vestido viral de Zara hasta por 80 €. "Se lo ha puesto Rocío Osorno y está agotado. Todo el mundo lo quiere y no voy a bajarlo de precio", me respondió la usuaria de la app, que vendía el vestido por 80 € -casi el doble de su precio inicial- cuando le pedí si podía hacerme un descuento, una táctica muy habitual entre compradores de la aplicación.
He observado que aquello que me pasó no un caso aislado y que hay quien aprovecha que una prenda se ha hecho viral y es objeto de deseo para vender por un precio más elevado lo que en Zara podríamos encontrar más barato. Apenas unas horas después de que María Pombo acudiera al desfile de Redondo Brand en la MBFWMadrid con un falda de Zara de tul con estampado tie dye, Marta, a la que cito con un pseudónimo porque no quiere desvelar su identidad, ya la vendía en su perfil en Vinted.
"La ha llevado ayer María Pombo y está agotada", anunciaba. Contacté con ella a los pocos minutos de que pusiera a la venta la falda de tul de María Pombo y le tuve que hacer la pregunta: ¿alguna vez compras con la intención de revender? "No", responde. "En mi caso me gusta mucho la moda y estar al tanto de las nuevas tendencias y, en ocasiones, hay prendas que me compro y luego no me gustan bien como me quedan (como es el caso de la falda) o después de una temporada o dos veo que no les he dado uso y optó por la venta en Vinted", añade. Sin embargo, el precio de la falda de tul tie dye en la web de Zara era de 39,99 € y Marta, que le aplica un pequeño margen de ganancia a las prendas cuando son virales y están agotadas, la vendía por 50 €, un margen de ganancia pequeño pero suficiente para seguir consumiendo y renovando su armario. "No sé cuánto dinero he ganado desde que vendo en Vinted porque suelo invertirlo en moda de nuevo. Hay meses que lo que vendo es igual a lo que he gastado y otros en que los beneficios son pocos o ningunos", aclara.
Vender segunda mano para ser más sostenibles
La estrategia de Carmen Dueñas, maestra y psicopedagoga fan del estilo de Rocío Osorno, para vender sus prendas virales en aplicaciones de venta de segunda mano es diferente. "Suelo vender en Vinted prendas que compro que sé que van a ser para un solo uso, prendas que, bien por ser llamativas o más especiales, no voy a utilizar en mi día a día o no voy a poder darle una segunda oportunidad para otra ocasión especial porque ya está demasiado vista.
Sin embargo, continúa, "sé que hay gente que hace de Vinted un negocio buscando las prendas virales que se saben que se van agotar pronto y que luego la gente va a buscar por otra vías para conseguirlo, como puede ser Vinted. Muestra de ello, está en muchas de las prendas que podemos encontrar con la etiqueta puesta. En la actualidad, Vinted se está convirtiendo en algo más que solo una tienda de segunda mano y, como en todo hay gente que busca de manera ingeniosa el negocio. De igual manera, también es una oportunidad para aquellas personas que no llegamos a conseguir la ansiada prenda que se ha hecho viral".
Carmen pone una prenda a la venta y, cuando ya la ha enviado al comprador, sube otra a la app. En dos años, reconoce que ha vendido entre 5 o 6 prendas. "El dinero en concreto de cada prenda no lo recuerdo porque dependían mucho de la marca de cada uno. Lo más barato que he podido vender ha sido por 30€ en vestidos de marcas como Zara y lo más caro, vestidos de Massimo Dutti y Vicky Martín Berrocal por 150€-200€", añade.
A ella le compré el vestido rosa Barbie de las flores en relieve de Zara por 30 €, el precio más económico que encontré en muchos meses. "Siempre vendo más barato porque entiendo que en el momento que la prenda tiene un uso o más de un uso, ha perdido valor del inicial. Aunque me he encontrado prendas con etiqueta que sí son vírales y están agotadas, el precio es más elevado que en tienda aprovechándose que está agotado y es un objeto o prenda deseado", finaliza.
Y, ojo, que hay nuevo objeto de deseo: un top viral agotado también cuenta con una flor en volumen de color amarillo, que han llevado influencers como María Urbajena que en Zara costaba 19,90 € y que en Vinted está a la venta por 35 €.