Diez años al frente de las campanadas se dice pronto, y es que Cristina Pedroche se ha convertido, junto con su estilismo, en uno de los momentos más esperados del fin de año, además de tomar las 12 uvas de la suerte. Desde que la presentadora comenzase con el vestido Medusa de Charo Ruiz, un diseño en color negro y con transparencias, la mujer de Dabiz Muñoz no ha dejado de sorprender año tras año con sus estilismos.
Looks que han ido evolucionando hasta convertirse en un altavoz para numerosas causas. Sin ir más lejos, el pasado año Pedroche apostó por un estilismo en colaboración con ACNUR donde la paloma blanca de la paz era el elemento clave del mismo. Un diseño de Jacinto Benavente que iba acompañado por una falda de tul de seda del diseñador Iñigo Garaizabal.
No fue la primera vez que su estilismo iba más allá de la moda, de hecho, en 2020 también quiso rendir un homenaje a uno de los peores años en mucho tiempo debido a la pandemia mundial del coronavirus. Un look que se inspiraba en el confinamiento y que fue obra de Nacho Aguayo, director creativo de Pedro del Hierro.
Este año, Cristina Pedroche ha querido aprovechar sus minutos en uno de los momentos de mayor audiencia televisiva de todo el año para visibilizar la realidad medioambiental del agua en España de la mano de Greenpeace. Un concepto que ha hecho realidad de la mano de Josie, como director creativo por noveno año consecutivo, y diseñado por Paula Ulargui junto con su equipo de investigación y confección sostenible. Un diseño confeccionado con materiales 100% orgánicos, reciclados y biodegradables con el que buscan visibilizar la necesidad de un cambio en las políticas de gestión del agua en España.
En sus primeras “Pedroche campanadas” como madre, la presentadora española ha vuelto a dejar a todo el mundo expectante en sus casas hasta segundos antes de comenzar a tomar las uvas, manteniendo uno de sus secretos mejor guardados un año más. Un momento para celebrar la vida pero también para concienciar a la gente en sus casas de la necesidad de proteger el agua, uno de los bienes más preciados y escasos de nuestro planeta, sobre todo para las futuras generaciones.
El resultado ha sido, lo que el propio director creativo define como una “alegoría del agua como recurso fundamental para la creación de la vida” inspirada en la ninfa fluvial. Se ha tomado como inspiración un ser mitológico que presidía las aguas o fuentes y se consideraba que tenía poderes para inspirar a quienes bebían de sus aguas. Ninfas que eran adoradas también como dadoras de vida y bendición al ser el agua un bien imprescindible para la vida.
Así, de la mano de Greenpeace, han diseñado un estilismo compuesto por tres piezas: capa, vestido y zapatos creados 100% con lana reciclada y materiales biodegradables u orgánicos. Se trata de tres piezas que son la representación del momento que vive Cristina así como sus preocupaciones para garantizar un futuro sostenible, a través de la protección de la naturaleza y del acceso a agua de calidad para las futuras generaciones.
La capa es una parte clave ya que, por primera vez para esta emisión, acoge vida propia en su tejido. Sobre una base creada 100% con lana reciclada, se ha realizado un cultivo hidropónico enraizando diferentes plantas de la capa, que desvela así un manto de amaranto rojo al que se suman plantas capuchinas cubriendo la zona de la cintura.
El vestido se ha confeccionado en un tejido orgánico y biodegradable a partir de gelatina, agar, glicerina y agua. Un material efímero trabajado a través de calor que, al moldearse, ha dado lugar a un vestido en tonos verdes con transparencias. Además, el broche final lo ponen los zapatos, una silueta con base de madera de pino adornada con cintas de sujeción confeccionadas con fibras de algodón y el mismo biomaterial que el vestido.
Un año de cambios y un nuevo comienzo
“Para Cristina y para mí este 2023 ha sido un año de muchos cambios. En el caso de Cristina, este es el año del nacimiento de su primera hija, mientras que para mí ha supuesto un cambio de vida trascendental al regresar para siempre a La Mancha húmeda que me vio nacer. Esta toma de contacto con mi tierra y con sus aguas, como elemento imprescindible para la existencia y poniéndolo en común con Cristina, nos ha llevado a la idea conceptual de crear un vestido que al regarse con agua pueda acoger vida propia, un reto en clave de diseño que, además, nos permitiese enviar este mensaje esperanzador en el que visibilizar la necesidad de preservar este elemento tan fundamental para nuestra vida y, sobre todo, para las futuras”, explica Josie.
Eva Saldaña, directora ejecutiva de Greenpeace, ha destacado que “España es el país más árido de Europa y se prevé que, en el futuro, experimente sequías diez veces peores que las actuales. Estos períodos de sequía y calor reducirán la disponibilidad de agua dulce y amenazarán la producción de alimentos, lo que provocará un aumento de los precios. Es por ello que desde Greenpeace nos hemos querido unir a Cristina y Josie para visibilizar esta situación de emergencia climática con el deseo de que 2024 marque un punto de inflexión: es nuestro derecho y nuestro deber promover entre todas una agricultura y ganadería sostenibles y un reparto justo y equitativo del agua”.
Un diseño con el que Cristina Pedroche ha vuelto a crear una gran expectación al mismo tiempo que lo usaba como un altavoz para reivindicar esa necesidad por preservar los recursos naturales y, en especial, el agua en un momento tan importante como es el comienzo del año.