La vida en redes sociales de nuestras celebs favoritas es un carrusel de emociones. Es el caso de Hailey Bieber, que ayer celebraba el #501Day de Levi's, una de las firmas de la que es imagen, y a la vez bramaba contra las acusaciones en Instagram de haberse realizado una rinoplastia (antes y después).
Estamos acostumbrados a especular sobre los posibles retoques estéticos que se hayan realizado nuestras famosas preferidas. Una cirugía plástica que es especialmente evidente en el caso de modelos como Bella Hadid. Pero muchos quieren hacer de ese camino una crítica al éxito de actrices, modelos y socialités, cayendo incluso en el body shaming, esa forma de acoso contra el cuerpo, cualquiera que sean las razones (sobrepeso, piel, rasgos faciales...).
Por eso, entendemos perfectamente que Hailey Bieber haya estallado contra los que convierten la lógica evolución de los rasgos de su cara, de adolescente a mujer, en motivo de denuncia estética. Sobre todo cuando, como ella misma señala, las diferencias visuales se basan en trucos de maquillaje y photoshop.
"Dejad de usar fotos editadas por maquilladores", se quejaba Hailey por la publicación de una comparación de imágenes en la que aparece ella misma con 13 años y otra actual con un beauty look muy de alfombra roja, de la que la modelo asegura que no es "lo que parece".
"Nunca me he tocado la cara, así que si vas a sentarte y comparar mi yo los 13 años y a los 23, al menos usa una foto natural que no haya sido editada tan a lo loco", concluía la esposa de Justin Bieber. Y es que en ocasiones, la distancia que hay entre la realidad y la realidad fotografiada es mucha por culpa de (o gracias a) Photoshop y otras herramientas de retoque gráfico. Una posibilidad que ha dado más de un pequeño disgusto a famosas como Kim Kardashian.
Nosotras nos ponemos del lado de Hailey, que es la primera en comentar el exceso de retoque de algunas imágenes suyas, a la vez que se muestra tal cual es al natural siempre que puede. Como ayer mismo, cuando publicaba en sus Historias de Instagram algunas instantáneas de su vuelta a Los Ángeles tras el breve confinamiento en la residencia de su marido en Canadá.
Hailey se mostraba como recién salida de la ducha, llevando una sudadera gris clarita, el pelo recogido en un moño (que dejaba ver sus preciosos pendientes con forma de pequeños aros anchos) y un maquillaje sencillo. Tan natural como cualquiera de nosotras cuando nos ponemos en modo influencer.