La bajada de temperaturas provoca un aumento de la sequedad de la piel, especialmente en aquellas zonas con exposición más directa al frío. Por este motivo, el rostro y las manos son las partes del cuerpo que más sufren los factores externos y, por lo tanto, son las que más atención y mimos demandan. 

Tenemos claro que no fallas en tu rutina de skincare cada mañana y cada noche, siguiendo todos los pasos al detalle. Sin embargo, es probable que tus manos no reciban el mismo tiempo de cuidado diario, ¿verdad? Ya te avanzamos que eso debería ir cambiando y empezar a darles más protagonismo en tus rutinas desde hoy. 

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Foto de Nataliya Melnychuk en Unsplash

No solo para evitar la sequedad, que incluso puede provocar heridas e irritaciones, sino también para combatir las arrugas y las manchas. Las manos son unas de las grandes delatadoras de la edad de una persona y, por ello, necesitan más atención de la que se piensa.

¿Cómo empezar con su cuidado? Los pasos son muy sencillos y fáciles de convertir en un hábito: una crema de manos hidratante y un protector solar. La suma de ambos productos es el combo ideal para mantener las manos jóvenes, protegidas y en el mejor estado. 

4 tips para el cuidado de las manos en invierno

Junto a una buena elección de crema de manos, que apliques a demanda y varias veces al día, existen otras claves para una correcta rutina. Siguiendo estos trucos, te aseguramos que dirás adiós a la sequedad y el aspecto agrietado. 

  1. Opta por agua templada: los extremos no son buenos, por este motivo, no abuses ni del frío ni del calor a la hora de lavarlas.
  2. Evita la limpieza excesiva: lavarse las manos al llegar de la calle es necesario, pero abusar del jabón podría ser el gran enemigo del pH de tu piel. 
  3. Utiliza protector solar: todas sabemos que el sol envejece mucho, tanto al rostro como a otras partes del cuerpo. Por tanto, una vez aplicado en la cara, no dudes y usa un poco más para manos y cuello. Lo agradecerás en un futuro. 
  4. No olvides los guantes: al igual que llevas bufanda y gorro, los guantes son un accesorio obligatorio para el invierno. Te abrigan y te cuidan la piel al mismo tiempo. 

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