A día de hoy todas sabemos que una rutina de cuidado facial es imprescindible para tener un rostro sano y también para combitir los signos de la edad, como las arruguitas y las manchas. Si antes, quizás, nos conformábamos con una crema hidratante, ahora que tenemos más información sobre cosmética, cada vez tenemos más claro que la inclusión de un sérum en nuestro cuidado facial es casi imprescindible. Y a la hora de elegir, optar por uno con colágenos es una de las mejores decisiones que podemos tomar.
Y, ¿por qué es tan importante conocer este elemento e incluirlo en nuestro cuidado del rostro? Porque este es una proteína que se encuentra naturalmente en nuestro organismo, de forma abundante principalmente en la piel y en los huesos. Esta es la responsable de la sujeción de los tejidos cutáneos.
El colágeno, un arma de prevención contra el envejecimiento
Su función en la piel, el colágeno aporta elasticidad y firmeza y, por lo tanto, es esencial para esa sensación de eterna juventud que todas queremos. Pero no todo es tan bonito. Esta proteína no tiene los mismo niveles en todas las etapas de la vida, sino que disminuye con la edad. Con esta caída significativa, aparecen las primeras arrugas y síntomas de flacidez.
Este proceso natural se puede combatir aportando colágeno de forma externa y hacerlo con un sérum es ideal. Y es que este producto tiene mayores concentraciones de activos que una crema hidratante. Por otro lado, sus componentes, por su formulación, penetran en capas más profundas de la piel.
Entonces, ¿cuándo tenemos que empezar a preocuparnos por la ausencia de unos niveles óptimos de esta proteína? A partir de los 30 aproximadamente, aunque no de la misma forma para todas las personas. El estilo de vida de cada individuo repercute directamente en la piel y hábitos como el exceso de sol, el tabaco, el alcohol, la falta de descanso o el abuso de azúcar favorecen la destrucción.
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