Hemos oído hablar de ellos en numerosas ocasiones, y sus beneficios hablan por sí solos. Sin embargo, los aceites faciales siguen siendo víctimas de mitos, bulos y confusiones, cuando lo cierto es que son aptos para todo tipo de pieles.
Lo que tienes que tener claro es que no todos los aceites faciales son ideales para todos los tipos de piel. Lo primero que tienes que tener claro es cuáles son las necesidades de tu dermis y después escoger así el que mejor te convenga. Te enseñamos cómo.
Beneficios de usar aceite facial
- Hidratación profunda. Los aceites faciales son excelentes para proporcionar hidratación profunda a la piel. Los aceites naturales, como el aceite de jojoba o el aceite de argán, pueden ayudar a mantener la piel suave, flexible y bien hidratada.
- Fortalecen la barrera de la piel, contribuyendo a retener la humedad y a prevenir la pérdida de agua transepidérmica, lo que es especialmente beneficioso para personas con piel seca o propensa a la deshidratación.
- Antioxidantes y vitaminas. Muchos aceites faciales contienen antioxidantes y vitaminas que pueden ayudar a combatir el daño causado por los radicales libres y a promover una piel más saludable. Por ejemplo, el aceite de rosa mosqueta es rico en vitamina C y otros antioxidantes.
- Suaviza la textura, reduciendo la apariencia de arrugas y líneas finas.
- Equilibra la piel mixta o grasa. Contrariamente a la creencia común, el uso de aceites faciales puede ser beneficioso para las personas con piel grasa o mixta. Algunos aceites, como el aceite de jojoba, pueden ayudar a regular la producción de sebo y a mantener la piel equilibrada.
- Alivio para pieles sensibles, ya que reducen irritaciones y rojeces.
- Propiedades antimicrobianas y antiinflamatorias. Algunos aceites, como el aceite de árbol de té o el aceite de lavanda, ayudan a tartar problemas específicos de la piel, como el acné o las irritaciones.
- Maquillaje y limpieza. Los aceites faciales también se utilizan como limpiadores y desmaquillantes eficaces, ayudando a eliminar el maquillaje y las impurezas mientras mantienen la piel hidratada.
Qué tipo de aceite usar según tu tipo de piel
Claro que los aceites faciales son buenos para todo tipo de pieles. Sin embargo, cada tipo de piel requiere unas necesidades diferentes, por lo que, neceista unos aceites muy concretos.
Piel seca
- Aceites recomendados. Aceite de argán, aceite de jojoba, aceite de rosa mosqueta, aceite de almendras dulces.
- ¿Por qué? Estos aceites son ricos en ácidos grasos esenciales que proporcionan hidratación profunda y ayudan a restaurar la barrera cutánea.
Piel grasa
- Aceites recomendados. Aceite de jojoba, aceite de semilla de uva, aceite de semilla de calabaza, aceite de árbol de té (usado con moderación).
- ¿Por qué? Son ligeros y no obstruyen los poros, lo que es importante para las personas con piel grasa. El aceite de árbol de té es bastante útil para combatir el acné, pero debe usarse con precaución debido a su potencial para secar la piel.
Piel mixta
- Aceites recomendados. Aceite de jojoba, aceite de semilla de uva, aceite de argán.
- ¿Por qué? Son equilibrantes y pueden ayudar a hidratar las áreas secas sin aumentar la producción de sebo en las áreas grasas.
Piel sensible
- Aceites recomendados. Aceite de almendras dulces, aceite de cártamo, aceite de sésamo.
- ¿Por qué? Son suaves y no irritantes. Tampoco tienen fragancias ni ingredientes agresivos.
Piel madura
- Aceites recomendados. Aceite de argán, aceite de rosa mosqueta, aceite de granada.
- ¿Por qué? Son ricos en antioxidantes y ácidos grasos que pueden ayudar a reducir los signos del envejecimiento, como arrugas y líneas finas.
Qué aceite facial escoger según mi tipo de piel