Cuando un ingrediente cosmético se vuelve tendencia, parece eclipsar a todos los demás, como si de repente solo ese tuviera el poder de transformar nuestra piel. Esta obsesión colectiva y el deseo de incorporarlo a nuestras rutinas a toda costa pueden llevarnos a cometer errores, especialmente si lo hacemos sin el consejo adecuado de un experto. 

El uso indiscriminado de ciertos activos, sin considerar sus posibles contraindicaciones en la piel, puede acabar en un resultado más perjudicial que beneficioso. Sí, hablamos del retinol. En 2022 ya vivimos lo que parecía ser el ‘fin del retinol’, donde sus entusiastas más fervientes temían que se retirara del mercado. Y nada de eso. 

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Porque, a diferencia de lo que muchos piensan, no es necesario aplicar ácido retinoico puro para aprovechar al máximo los beneficios del retinol. Existen diferentes derivados de este ingrediente, como el retinol encapsulado o el retinaldehído, que ofrecen resultados muy efectivos con menor riesgo de irritación, permitiendo a más personas disfrutar de sus propiedades antienvejecimiento y renovadoras sin los efectos secundarios que, a menudo, se asocian con los ácidos más potentes.

Además, hay vida más allá del retinol. Y pese a que podremos seguir utilizando el retinol en nuestra piel durante mucho tiempo más, existen alternativas tan potentes como este ingrediente y que lo pueden utilizar aquellas personas con la piel más sensible e, incluso, durante el embarazo.

Una de estas alternativas es el ácido azelaico, un activo multifunción que tiene muchísimos beneficios sobre la piel y que funciona especialmente bien en pieles grasas o acneicas.

 


Ácido azelaico: qué es y para qué sirve

base de maquillaje mujeres 40 años
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“Es un ingrediente que se obtiene de un hongo, del Malassezia furfur”, nos cuenta Eduardo Senante, uno de nuestros farmacéuticos de confianza, a modo anecdótico. Es de origen natural y deriva de cereales como el centeno, el trigo y la cebada.

El experto en cuidado de la piel argumenta que “posee mucha evidencia científica para el tratamiento de rosácea, acné papulopustuloso, melasma y para la hiperpigmentación postinflamatoria”. De ahí que sea un ingrediente que se emplea en el tratamiento de pieles difíciles.

“Es un activo multifunción, con lo cual con un mismo ingrediente vamos a poder tratar diferentes necesidades de la piel: rojeces, pigmentación, acné…”, continúa. Es antibacteriano, antiinflamatorio, despigmentante y seborregulador. Además, tiene propiedades antioxidantes, por lo que contribuye a prevenir los efectos perjudiciales de los radicales libres, causantes del envejecimiento prematuro.

Es uno de los ingredientes más conocidos para tratar las pieles acneicas, ya que ataca a la bacteria que lo causa y, además, evita la producción excesiva de sebo y reduce el característico enrojecimiento de este tipo de pieles.

“Es un ingrediente que tiene la ventaja de que nos va a aportar varios beneficios con un solo activo, puesto que poquito a poco parece ser que se está imponiendo un minimalismo cosmético, pues buscamos sérum o productos que contengan ingredientes multifunción y en este caso el ácido azelaico es uno de los reyes o reinas de los ingredientes", expresa el farmacéutico experto.

Asimismo, cuenta con propiedades queratolíticas (exfoliantes), lo que ayuda a afinar la textura de la piel y evitar la obstrucción de los poros. Todos sus beneficios nos permitirán lucir una piel mucho más sana en todos los aspectos, a la que vez que conseguimos reducir los signos de envejecimiento.

“A veces, también, en el mercado nos podemos encontrar, en vez del ácido azelaico, con la azeloglicina, que es una combinación de ácido azelaico y glicina. Esto permite una mejor tolerancia en pieles muy sensibles, con lo cual si buscamos beneficiarnos del ácido azelaico pero tenemos una piel muy sensible, podemos optar por la técnica del sándwich o utilizar un producto que contenga azeloglicina y permite una adaptación muchísimo más gradual que con un ácido azelaico puro”.


La crema con ácido azelaico más potente que existe en el mercado español

Hay cremas que nos gustan por diferentes razones, además de por su eficacia, claro está. Algunas por su textura, por su olor, por cómo nos dejan la piel o por cómo nos hacen sentir cuando nos las aplicamos.

La crema de la que hablamos hoy es un productazo que llevamos usando desde hace tiempo (y nos encanta), pero no tiene nada de eso. No posee tanta sensorialidad (de hecho, todo lo contrario), sin embargo, es pura eficacia. Su nombre: Acmed, de la marca Boderm. Esta crema avanzada es todo un éxito en redes entre la comunidad de profesionales de la piel y adictos al skincare.

acmed
Boderm

Como bien explica Lena de Pons, farmacéutica titular de la Farmàcia de Martinet en La Cerdanya (Cataluña), especializada en dermofarmacia y divulgadora en redes sobre cuidado de la piel, “la cosmeticidad de estos productos es horrible, es decir, son muy desagradables”.

“Esto sucede porque la materia prima del ácido azelaico puro, un 100% de ácido azelaico es como tiza molida. Y si tú haces cualquier mezcla que contenga un 20% de esa tiza, harás como una masilla para revestir tus paredes antes de pintar”, esclarece la experta en uno de sus videos de Tik Tok, donde cuenta con más de 280 mil seguidores.

Por tanto, toda su efectividad se basa en ser una de las mayores concentraciones de ácido azelaico. Como nos cuenta el farmacéutico Eduardo Senante, “es una concentración muy elevada de ácido azelaico, que se utiliza para acne papulopustuloso, rosácea y melasma”.

Es de los pocas cremas existentes en el mercado a esta concentración (una es esta y la otra es un medicamento) y eso ya es digno de reseña. No obstante, “hay que tener en cuenta que es una concentración del 20% que ya está presente en el mercado español como un producto sanitario. Y hay que tenerlo en cuenta sobre todo en pieles sensibles y reactivas”, explica el farmacéutico titular de Farmacia Senante en Zaragoza.

Sobre por qué esta crema no está regulada como un cosmético tradicional, Lena de Pons nos explica un poco más: “Tiene beneficios, por supuesto, porque sino no se distribuiría, para pieles acneicas e hiperpigmentadas con manchas. Pero, también tiene efectos adversos, contraindicaciones o interacciones y, por lo tanto, es recomendable que un profesional sanitario te lo aconseje, te lo dispense y te dé recomendaciones y supervise su uso”.

Esta crema es una de las mejores opciones para tratar acné y rosácea, siempre que exista la supervisión previa de un profesional, así como para regular el sebo, por lo que las pieles grasas van a amar este producto, especialmente cuando aparecen los temidos brotes acneicos.

Cómo usar la crema al 20% de ácido azelaico según los expertos

Chica que usa cremas
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Como ya hemos comentado, es un producto que puede ser utilizado por pieles reactivas, acneicas y sensibles, pero no hay que que utilizarlo a la ligera. “En el caso de estas pieles, debemos hacer una introducción gradual, paulatina, para ir generando tolerancia e ir incorporándolo a rutina progresivamente”, adelanta Eduardo Senante. 

Podemos realizar esta progresión de dos formas, tal como recomienda el experto en cuidado de la piel:

  1. “Se puede ir incrementando poquito a poco los días de aplicación”.
  2. “Otra manera es hacer lo mismo que hacemos con el retinol, la técnica del sándwich, con el ácido azelaico en este caso, con el Acmed. Consiste en utilizar una capita de hidratante adecuada al tipo de piel y a las necesidades de la piel, un poco de Acmed y otro poco de hidratación. Con esto iremos poco a poco generado tolerancia y cuando ya lo toleremos bien, podemos quitar la primera capa de hidratación”.

Lena de Pons aclara cuándo se debe usar y por qué: “Aunque el azelaico se puede usar por la mañana y/o noche, por una cuestión de que no salgas a la calle con esa 'pastarada' en la cara, recomiendo que lo uses solo por la noche. Además, nunca recomendaría que lo usarás al 20%, empieza usando productos al 5 o 10%, que, incluso siendo menos concentrados pueden irritar la piel”.

"Como siempre hacemos con activos potencialmente irritantes, siempre que vayas a subir de concentración, baja la frecuencia de uso. Aunque estés acostumbrada a usar ácido azelaico a menos concentración todos los días, al subir de concentración lo usaremos uno de cada tres o cuatro días e irás subiendo frecuencia de uso según tolerancia”, señala de Pons.

Y, como consejo final: “Por supuesto, siempre vas a hidratar y fotoproteger muchísimo tu piel”, concluye la experta en dermofarmacia.

Otro uso de la crema Acmed con ácido azelaico

Este es uno de nuestros usos favoritos porque es de esos productos que parece que hace magia como tratamiento localizado para secar granitos puntuales, los conocidos spots treatments. Lo hemos probado y podemos dar fe de que es muy efectivo.

Así nos lo explica Eduardo Senante: “podemos utilizarlo en todo el rostro o como tratamiento puntual, que también funciona muy bien poner ahí el ‘pegotillo’”. Con esta función concuerda Anna Arbós, creadora de la marca Facegloss y divulgadora en redes con su cuenta @glowbyanna_, que lo cataloga como uno de sus “super favoritos”

Ella misma desvelaba en uno de sus vídeos de Tik Tok: “cuando te sale un grano, tú aplicas una cantidad generosa sobre el grano, sobre todo por la noche, y por la mañana vais a flipar. Lo desinflama un montón, también calma un montón la zona, hace que las rojeces disminuyan una barbaridad y evita que deje marca, mancha o cicatriz dentro de la realidad”.

*Precios actualizados a 17 de enero de 2025.