Había oído hablar de él, pero me sorprendí cuando la dentista me dijo:  "tienes bruxismo". Sabía su nombre, pero no lo que significaba. Todo se resume a que aprieto mucho los dientes. Consciente o dormida, da lo mismo. Lo peor es que los efectos son atroces, y están relacionados con dolores de cabeza, desgaste dental e incluso mandíbulas rígidas, que pueden afectar a la composición de tu rostro. 

Está relacionado con los niveles de estrés y a pesar de que ya se habla de él, es un término nuevo que engloba muchos mitos y confusión. Para saber qué es, cuáles son sus síntomas y para resolver algunas de las dudas más populares, me he rodeado de los mejores expertos: la Dra. Mar Mira, médico estético y codirectora de Clínica Mira+Cueto, Anita Gomes, directora de formación y terapeuta de Signature Spa; y Jenifer Alonso, esteticista facial de Infinit Time.

Qué es el bruxismo y cómo identificarlo

En palabras de la Dra. Mira, el bruxismo consiste en una actividad repetitiva de los músculos que intervienen en el movimiento de la mandíbula, que se caracteriza por apretar o rechinar los dientes, es rítmica y no funcional (que no corresponde a los movimientos de la masticación normal).

En general, lo hacemos de forma inconsciente, y puede ocurrir durante el sueño o cuando estamos despiertos. Algo curioso es que, aunque el bruxismo afecta a una parte significativa de la población, su prevalencia tiende a disminuir con la edad. Además, "un gran porcentaje de pacientes no saben que lo tienen y cuando conocen su diagnóstico se sorprenden, porque pueden tardar años en manifestarse de forma visible sus primeros signos", nos cuenta la doctora.

En cuanto a los síntomas, son variados; aunque "los principales son principales son dolor de cabeza, tensión en el cuello, congestión mandibular, sensibilidad dental y molestias en los oídos", acuña la esteticista facial.

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Tengo bruxismo: cuáles son sus complicaciones

A la larga, tal y como detalla Anita Gomes, directora de formación de Signature Spa, las complicaciones del bruxismo pueden manifestarse en diferentes problemáticas:

  • Mayor sensibilidad o dolor dental.
  • Rechinar o apretar los dientes, con un sonido que puede ser tan fuerte como para despertar a la persona que duerma contigo.
  • Dientes aplanados, fracturados, partidos o flojos.
  • Esmalte dental desgastado, por lo que se pueden observar las capas más profundas de los dientes.
  • Músculos de la mandíbula cansados o rígidos, o mandíbula bloqueada que no se puede abrir o cerrar por completo.
  • Dolor o inflamación de mandíbula, cuello o rostro.
  • Dolor similar al dolor de oído, pero que no es un problema del oído en realidad .
  • Molestia en las articulaciones temporomandibulares, que se encuentran justo delante de los oídos y que pueden sonar como un chasquido cuando se abre y se  cierra la boca.
  • Dolor de cabeza sordo que comienza en las sienes.
  • Heridas por morder accidentalmente la parte interna de la mejilla.
  • Alteración del sueño.

Soluciones al bruxismo (sin bótox)

El origen del bruxismo genera controversia, y aunque generalmente se genera por dos factores: periféricos (anatomía) y centrales (estilo de vida), para ponerle remedio la Dra. Mar Mira es clara: "en el caso de que la causa fuera un factor anatómico tendría que recurrirse al especialista para corregirlo, pero si el bruxismo es causado por altos niveles de estrés y estados de ansiedad podríamos prevenirlo con medidas que nos ayuden disminuirlos, como hacer ejercicio, reducir la cafeína y reír". 

Otra opción es apostar por masajes maxilofaciales que liberen tensiones de la mandíbula. "En Signature Spa ofrecemos el masaje Deep Maxilofacial de 75 min. que es excelente para liberar esas tensiones acumuladas en todo el cuerpo, ya que presiona los puntos clave de la reflexología facial, es decir, los puntos de la cara que están conectados con el resto del cuerpo", nos cuenta Anita Gomes. 

Finalmente, desde Infinit Time nos dan la clave más sencilla, el sueño: "una buena higiene de sueño también interfiere en la prevención y mejora del bruxismo. Además de llevar a cabo ejercicios y terapias cognitivo conductuales para identificar y ayudar a cambiar el comportamiento que contribuye a él". 

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Bótox y bruxismo: ¿realmente funciona?

Todo el mundo ha oído hablar de una posible relación entre el bótox y el bruxismo. Desde Mira+Cueto nos explican que la eficacia de los neuromoduladores se basa en la disminución de la contracción de los músculos masticatorios (masetero, temporal y, en algunos casos, el pterigoideo lateral).

Además, acuñan que "las propiedades analgésicas de los neuromoduladores son importantes cuando hay dolor asociado. Por todo ello, y según los criterios de la American Academy of Neurology, el tratamiento con estos podría ser una terapia alternativa para paliar y mejorar el bruxismo nocturno". 

Sin embargo, es una solución temporal, depende del paciente y también del caso concreto. En general, la duración suele durar entre seis meses y un año.