La alimentación saludable o la fiebre del realfooder (como lo apodan las redes sociales), lleva años siendo asunto de debate dentro y fuera de las consultas médicas. Quienes lo han puesto en el centro de la agenda argumentan que una mala alimentación no repercute solo al número de la báscula y que puede derivar en graves afecciones de salud; mientras otros, achacan este "movimiento" a la moda por el culto al cuerpo y la belleza.
"La alimentación es la base de nuestra salud física y mental. Es un elemento muy importante que hay que cuidar, porque lo que comemos afecta directamente a nuestros niveles de energía, nuestro sistema inmunológico y nuestro estado emocional" sentencia Laura Gallardo Amaro, dietista-nutricionista en Nuteco.
Para ella no hay cuestionamiento posible, una dieta equilibrada y que se ajuste a las necesidades de cada persona es un acto de prevención de enfermedades, además de la gasolina para que nuestro cuerpo y nuestra mente funcionen a la perfección: "No se trata solo de evitar enfermedades, sino de mantener un bienestar constante y mejorar nuestra calidad de vida".
Para arrojar luz sobre las dudas y mitos que han surgido en torno a la alimentación estos últimos años, hablamos con ella sobre cómo debemos comer de manera responsable sin convertirnos en esclavas de contar calorías o caer en la falsa creencia de que comer bien es solo una moda pasajera.
No comemos tan bien como pensamos
En el lado de la balanza donde se encuentran los que creen que todo esto es una exageración, existe el argumento de que en España, la dieta que impera es la mediterránea, "la más saludable del mundo". Una frase que muchas personas utilizan como escudo para aplacar las recomendaciones de expertos en nutrición.
"En general, hay una percepción de que se come mejor de lo que realmente se hace" Gallardo es clara. "Aunque la dieta mediterránea es un modelo a seguir y muchos en España la siguen, el ritmo de vida moderno, el estrés y la disponibilidad de comida ultraprocesada están afectando nuestros hábitos" y añade que "el 50% de la población española adulta tiene sobrepeso y aproximadamente el 20% obesidad".
Respecto a qué es y que NO es comer bien, la experta puntualiza la variedad de productos ricos en nutrientes como frutas, verduras, cereales integrales, proteínas de calidad y grasas saludables: "También implica moderación, evitar los excesos y optar por alimentos naturales y poco procesados".
Pero comer bien también implica una parte mental que las dietas restrictivas entorpecen: "Es importante destacar que dentro del marco “comer bien” hay que incluir el disfrutar. Si no se disfruta, no vamos por el camino correcto. Cuidar nuestra salud mental y encontrar esa flexibilidad alimentaria es importante. No hay alimento bueno o buenísimo y alimento malo, es cuestión de aprender las necesidades individuales y ajustar la alimentación para cubrir nutrientes que necesita nuestro organismo". ¡Adiós, dietas milagro!
Una buena alimentación para una piel bonita
Comer bien o no hacerlo, repercute en todos los aspectos de nuestra salud física, mental y también dermatológica. "La piel es un reflejo de lo que sucede dentro de nuestro cuerpo. Una alimentación rica en antioxidantes, vitaminas y minerales mejora la elasticidad, la luminosidad y ayuda a prevenir los signos del envejecimiento prematuro" explica la nutricionista.
Alimentos que SÍ
La hidratación es fundamental para una piel jugosa, por eso, "alimentos con alto contenido en agua, como frutas y verduras, ayudan a mantenerla hidratada, mientras que las grasas saludables contribuyen a que se vea más suave y flexible".
Aprovechamos y preguntamos a la experta por los suplementos y los llamados "superalimentos" que tan de moda se han puesto entre las caras más visibles de mundo lifestyle: "El concepto de "superalimento" puede estar sobrevalorado, pero sí existen alimentos con un perfil nutricional importante. Alimentos como las semillas de chía, la quinoa, el aguacate, los frutos rojos y el salmón son ricos en nutrientes esenciales, antioxidantes, omega-3 y fibras que benefician nuestro cuerpo de manera significativa".
Aunque Gallardo deja claro que nuestra dieta no puede depender de un solo alimento por bueno que sea y que la clave está en la variedad: "El cómputo total de la alimentación es la que hará que nos beneficiemos o consigamos nuestros objetivos".
Comer de forma responsable: la clave del éxito
En nuestro encuentro con la especialista hablamos sobre si existen alimentos que debemos vetar de nuestra dieta, como el alcohol o el azúcar, a lo que ella quiere dejar claro que podemos reducirlos, pero disfrutarlos cuando los ingiramos. Y es que, una vez más, en el equilibrio se encuentra el secreto: "Se pueden disfrutar con moderación y es importante saber hacerlo, entendiendo que no deben formar parte de nuestra dieta habitual".
En pocas palabras, consumir de forma consciente. Comer de manera responsable. Y para hacerlo sin morir en el intento, Laura nos regalas tres consejos:
- Priorizar alimentos frescos y naturales sobre los procesados.
- Mantener una dieta equilibrada y variada, con todos los grupos alimenticios y disfrutarlos.
- "Escucha a tu cuerpo, come cuando tengas hambre y detente cuando estés satisfecho" añade la experta.
Así que sí, es cierto eso que dicen de que somos lo que comemos y hacerlo bien es más fácil de lo que nos han hecho pensar hasta ahora. Con pequeños cambios de hábitos, sin restricciones y siendo conscientes de lo que nos aportan los alimentos que escogemos, podemos notar mejoras significativas en nuestra piel, nuestro ánimo y nuestra energía a corto plazo, que repercutirán también en la salud y prevención de enfermedades más graves en un futuro.