“El primer día de la primavera es una cosa y el primer día primaveral, otra diferente. Frecuentemente la diferencia entre ellas es más de un mes”. Y no se equivocaba el escritor Henry van Dyke con esta afirmación. Este año en especial y parece demostrarlo con mayor incidencia. Y aunque el día primaveral ha tardado lo suyo, parece ser que ya está aquí.

Cuando afirmamos que la primavera está diseñada para leer en el exterior, no estamos exagerando. En primavera, es de ejercicio obligado pasear. Y si ya lo haces con un libro en la mano para poder pararte a disfrutar de una maravillosa lectura, mejor que mejor.

No hay un tipo de lectura especial para esta ápoca del año, porque lo importante es que el tiempo acompaña para amenizar la lectura. Ahora es cuando se repiten las estampas típicas de tú + terraza + cerveza + libro. Pudiendo sustituir de la ecuación la cerveza por un gintonic o la terraza por un banco en el parque de turno. Las combinaciones son múltiples y tú las conoces tanto o más que yo.

LA PRIMAVERA CANALLA

Lo que está claro es que la primavera transforma a las ciudades para convertirlas en un gran parque de entretenimiento en estado puro. Y esto, las convierte en ciudades un poco más canallas.

Las programaciones de eventos al aire libre se multiplican: festivales de mayor o menor calibre y de temáticas diversas. La cultura explota ante nosotros como el polen ante nuestras narices. De esta forma nos vemos abocados a ser unos disfrutones primaverales de mucho cuidado.

Así que no dudes en disfrutar esta primavera, que ya sabemos que lo que es durar, dura poco.