Así decoran el árbol de Navidad Tamara Falcó y su madre Isabel Preysler: elegante, luminoso y en los colores tendencia de 2025

A menos de una semana de la llegada oficial de las fiestas, las celebridades ya se adelantan a la Navidad con decoraciones que no pasan desapercibidas. Isabel Preysler y Tamara Falcó, dos de los iconos más seguidos de nuestro país, nos brindan una clara muestra de cómo el estilo, la sofisticación y las tendencias pueden fusionarse en la decoración navideña.

A través de sus redes sociales nos mostraban cómo su casa ya se ha impregnado de esa esencia festiva, reflejando su buen gusto y personalidad. Colores de temporada, adornos elegantes y detalles que convierten sus hogares en auténticos oasis navideño, nos sirven como fuente de inspiración para estas fiestas.

El estilo único de Isabel Preysler para la Navidad

El árbol de Isabel Preysler es sin duda un emblema de sofisticación. Con una base en tonos tradicionales como el rojo, verde y dorado, la matriarca del clan Preysler ha logrado crear un árbol imponente que se convierte en el centro de atención dentro de su hogar. No se trata de un árbol recargado, sino de un diseño meticulosamente pensado, donde las bolas de diversos tamaños y materiales aportan dinamismo sin perder la armonía. Este árbol refleja la personalidad de Isabel, una mujer que siempre ha sido sinónimo de clase y buen gusto, y que, como buena amante de las tradiciones navideñas, no deja nada al azar en su decoración.

Tamara Falcó: el minimalismo se apodera de su árbol de Navidad

La marquesa de Griñón, por su parte, siempre fiel a un estilo más minimalista, apuesta por un árbol que resalta por su simplicidad y armonía. En su caso, el dorado es el único color protagonista, creando una atmósfera cálida y elegante sin necesidad de recargar el espacio con excesivos adornos. Las luces pequeñas que decoran el árbol se integran perfectamente con el entorno, ofreciendo un brillo sutil pero sofisticado. Este estilo tan depurado encaja a la perfección con la estética de la casa de Tamara, donde menos es más, y demuestra que la Navidad no tiene por qué ser estridente para ser bonita y adecuada.

¿Qué tienen en común los árboles de Tamara Falcó e Isabel Presyler?

Los colores que dominan los árboles de Navidad de las Preysler no son una casualidad. Rojo, verde y dorado no solo son tradicionales, sino que siguen siendo los más populares durante la temporada navideña por su capacidad para transmitir calidez, elegancia y alegría. El rojo evoca la pasión y la festividad, el verde recuerda a la naturaleza y la armonía, mientras que el dorado aporta un toque de lujo y sofisticación. Estos colores combinados no solo reflejan la esencia de la Navidad, sino que, cuando se aplican de manera sutil y equilibrada, se convierten en la elección perfecta para quienes buscan un estilo elegante y atemporal.

En cuanto a las luces, ese toque esencial en cualquier árbol de Navidad, tienen un papel clave en la decoración de sus abetos. Aunque ambas han optado por árboles diferentes, lo que se repite en todos es el uso de luces cálidas y discretas que realzan los colores y adornos sin sobrecargar el ambiente que, ubicadas estratégicamente, consiguen crear una atmósfera acogedora y luminosa.

Trucos para replicar el look Preysler en tu árbol de Navidad

Si te has quedado con ganas de replicar los árboles de Navidad de las Preysler, no te preocupes, que te traemos todas las claves que tienes que apuntar. Lo primero es empezar con la base, eligiendo un árbol grande y elegante, que dé presencia y al mismo tiempo sea proporcional a la estancia

Después, escoge colores clásicos como el rojo, verde y dorado, pero no temas añadir toques personales, como tonalidades más vibrantes, luces delicadas o adornos que cuenten una historia familiar. Si prefieres algo más sencillo, como ha hecho la Marquesa de Griñón, opta solo por el dorado como color principal y resalta con pequeñas luces para lograr un ambiente cálido y armónico. Puedes rematar con alguna cinta que aporte textura, como el terciopelo, y coronando con una estrella en la cúspide (algo que cada vez es más opcional).