La sostebilidad toma por asalto la decoración sin dejar de lado el diseño. Las tres empresas que te proponemos, entregadas en cuerpo y alma a la producción con los menores daños mediioambientales posibles, son un buen ejemplo de ello. Te contamos quiénes son, qué hacen y por qué sus productos nos obsesionan.

Reoffice Montiel

Silla de escritorio de Reoffice Montiel
D.R.

Cuando nadie sabía qué era eso de la economía circular, Reoffice ya lo practicaba. Y es que esta empresa nacida en Murcia lleva más de 30 años reacondicionando muebles que otras compañías ya no usan. Ellos los cogen, los restauran y los ponen de nuevo en el mercado convertidos en nuevas piezas de mobiliario de oficina. Las que llegan a su sede y son viables, se reparan con mimo, se sustituye o corrige lo que está deteriorado y se ponen en el mercado transformadas y muy mejoradas.

Para explicarlo de forma más pormenorizada, una vez en la empresa se recibe el lote de mobiliario desechado por otros, se reacondiciona solo una de las piezas y su fotografía se sube a la web (oficinasmontiel.com) con el añadido de cuántas unidades iguales hay a la venta. A partir de ahí, el cliente hace el pedido y ellos restauran el número exacto de ítems que haya solicitado y con aquellos detalles seleccionados (hablamos de colores, pero también de algunos materiales).

Y un apunte muy, muy importante: en Reoffice solo se restauran muebles de alta gama. Esto es, te puedes llevar a casa una silla de oficina de diseño –siempre se preserva tanto el diseño original como la ergonomía– a un precio muy competitivo. Y con toda la calidad posible.

Rudi

Mesa de Rudi
D.R.

Reciclar, redistribuir, reutilizar, reducir, rediseñar y recuperar La r de Rudi da para mucha filosofía, pero sobre todo para muebles preciosos y duraderos. Aunque lo mejor no es eso, sino cómo lo logran: a partir de la ropa que desechamos, crean un nuevo y resistente material con el que dan forma a piezas únicas.

Amantes de las líneas fluidas y de la estética minimal, en su web (rudi1944.com) encontrarás sofás, mesas, tumbonas, pequeños armarios y hasta lámparas. Su creadora, Elena Hinrichs, con amplia experiencia en el sector textil, ha conseguido fundar una marca de decoración muy identificable, no solo por sus muy loables propósitos sino por sus diseños, que recuerdan a la estética brutalista pero sumando un aura de calma y relax.

En las pasadas navidades salió su primera colección, llamada Huella y, desde entonces, la empresa no ha parado de crecer. Es más, entre sus propósito está dejar también su impronta en el mundo de la construcción. El futuro es suyo; los beneficios medioambientales, nuestros.

Gravity Wave

Gravity Waves
D.R.

Recuperan redes de plástico del mar y las transforman en piezas de mobiliario (y también objetos decorativos) con un inconfundible toque oceánico. Así, cumplen sus dos objetivos: limpiar nuestras costas y mares de residuos y embellecer nuestras casas y también nuestras ciudades, ya que incluso se atreven con mobiliario urbano.

Con la participación de colaboradores y voluntarios, esta empresa fundada por los hermanos Amaia y Julen ha conseguido logros como crear asientos ex profeso para el estadio del Betis dentro de la iniciativa Forever Green o conseguir que Mini se comprometa a retirar un kilo de plástico del Mediterráneo por la compra de uno de sus vehículos.

Poco a poco, Gravity Wave se consolida como una de las empresas con mayor iniciativa sostenible e impacto ecológico. En su página web (thegravityweb.com) te cuentan lo que hacen y cómo lo hacen y te lanzan una invitación: unirse a su comunidad para conseguir que nuestras costas recuperen su belleza y equilibrio.