La casa de Isabel Preysler, conocida por muchos como la "Villa Meona", es un claro reflejo de su personalidad: elegante, sofisticada y atemporal. Ubicada en la exclusiva urbanización Puerta de Hierro en Madrid, esta mansión se ha convertido en un referente del buen gusto, tanto por su arquitectura como por su exquisita decoración.

Aunque cada rincón de la vivienda destaca por su lujo y cuidado en los detalles, hay un espacio que, recientemente, ha capturado toda la atención: la cocina.

Isabel Preysler
@isabelpreysler

Tras una reforma llevada a cabo por su hija Tamara Falcó, la cocina ha dejado de ser solo un lugar funcional para convertirse en un centro de socialización, gastronomía y diseño. El proceso de transformación refleja no solo las preferencias personales de los miembros de la familia, sino también un deseo por equilibrar lo clásico con lo moderno.

Con amplios ventanales que permiten que la luz natural inunde el espacio y un diseño contemporáneo que respeta las raíces tradicionales de la casa, la cocina es hoy una de las estancias más impresionantes y concurridas de la mansión.

Un espacio de lujo con un toque moderno

La cocina de Isabel Preysler fue sometida a una importante reforma, impulsada por su hija Tamara Falcó, que, tras su incursión en el mundo de la gastronomía, se propuso transformar el espacio para adaptarlo a las exigencias de una chef de alto nivel. 

La cocina, que en su versión anterior ya era elegante y amplia, ha ganado en luminosidad y modernidad, sin perder la esencia clásica que caracteriza el resto de la casa. Esta actualización ha sido fundamental para que el hogar familiar de los Boyer-Preysler no solo sea un refugio de estilo, sino también un lugar práctico y cómodo para quienes disfrutan del arte culinario.

cocina
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La funcionalidad ha sido el punto de partida de este nuevo diseño, siempre conservando la máxima elegancia. La isla central de mármol es la gran protagonista: un punto de reunión que no solo sirve como superficie para preparar los ingredientes, sino también como espacio para hablar con los invitados.

El mobiliario sencillo y minimalista, en tonos blancos, contrasta con las paredes en beige claro, favoreciendo la amplitud del espacio. Las grandes ventanas y las puertas de cristal permiten que la luz natural inunde la estancia, ofreciendo vistas espectaculares del jardín.

La tecnología al servicio del buen gusto

La cocina ha sido equipada con lo último en tecnología para garantizar que el cocinado sea un proceso sin complicaciones. En el centro de la isla se encuentra una potente placa de hierro de gas, ideal para quienes prefieren el fuego directo al cocinar, y un extractor central con diseño vanguardista, que elimina cualquier posible olor a comida, algo que resulta crucial en una casa tan amplia.

Los detalles de los jarrones con flores, o las bandejas de frutas y hortalizas, dan un toque de color al espacio y una mayor sensación de hogar. Todas estas elecciones fueron tomadas por la Marquesa de Griñón, quien se ha convertido en una exitosa chef, haciendo que este espacio refleje su pasión por la gastronomía. Para Tamara, la cocina no solo es un lugar para preparar alimentos, sino también un espacio para compartir, experimentar y, sobre todo, disfrutar de la compañía de sus seres queridos. 

Otros rincones de la casa que deslumbran

Aunque la cocina ha sido la gran protagonista de las recientes reformas, el resto de la casa mantiene su característica elegancia. Las estancias principales destacan por su decoración clásica, con molduras blancas, grandes alfombras persas y muebles de madera tallada.

La biblioteca, que perteneciera al economista Miguel Boyer, es otro de los espacios más comentados y sigue siendo un refugio para los amantes de la lectura, con estanterías repletas de volúmenes y un ambiente cálido e intelectual.

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@isabellejunot

Las salas de estar de la casa también reflejan una exquisita combinación de clasicismo y calidez, logrando un ambiente acogedor y refinado. El mobiliario, cuidadosamente seleccionado, incluye sofás de terciopelo en tonos neutros, butacas de diseño y mesas auxiliares con acabados en cristal y mármol, aportando un equilibrio entre sofisticación y comodidad.

La decoración se complementa con lámparas de araña que iluminan suavemente el espacio, así como con una selección de obras de arte y fotografías familiares que aportan un toque personal.

casa isabel
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El comedor, por su parte, es una de las estancias más imponentes de la casa. En el centro, destaca una impresionante mesa de madera tallada, lo suficientemente amplia para albergar a numerosos comensales.

Las sillas, tapizadas en tonos crema y con diseños clásicos, refuerzan la elegancia del espacio. Este es el lugar donde la familia y los invitados disfrutan de largas veladas, acompañadas de exquisita gastronomía y conversaciones animadas.

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@tamara_falco

El exterior de Villa Meona es un auténtico oasis en la capital. Sus jardines de más de 5.000 metros cuadrados están cuidadosamente diseñados, ofreciendo rincones de descanso y privacidad. La piscina exterior, rodeada de árboles y zonas de descanso, es uno de los lugares preferidos de la familia para relajarse y disfrutar del buen clima madrileño.

Además, la casa cuenta con una piscina interior, donde Tamara Falcó acostumbra a practicar yoga y otros ejercicios.