Picasso y Chanel, protagonistas de la gran exposición de otoño en el Museo Thyssen

Conjunto de día, de Gabrielle Chanel (1928-1930 y Naturaleza muerta con paloma, de Pablo Picasso (1919).

En 2023 se cumplirán 50 años del fallecimiento de Pablo Picasso. Esta fecha tan redonda dará pie a la celebración de exposiciones en su honor a lo largo y ancho del globo, pero la que te traemos hoy, y que abre sus puertas el 11 de octubre en el Museo Thyssen-Bornemisza, es especial. Por varias razones: porque une a dos genios que además fueron amigos y colaboradores ocasionales; porque trae a Madrid tesoros que no conocías, algunos pertenecientes al patrimonio de la maison Chanel; porque coincide con el 30 cumpleaños del museo; porque aúna voluntades de distintas pinacotecas y colecciones del mundo… Sobran los motivos para ir a verla. Entre las 67 obras de Picasso y los 57 diseños de Coco Chanel, pinturas del Museo Picasso de París; dibujos prestados por el nieto del pintor, Bernard Ruiz Picasso; el cuadro La tres Gracias, que se expone habitualmente en el Museo Picasso de Málága; un fantástico biombo; dos películas y hasta un ánfora prestada por el British Museum y que representa una escena de Antígona, la más antigua que se conserva.

Vestido de noche, de Gabrielle Chanel (1927-1928) e Instrumentos de música sobre una mesa, de Pablo Picasso (1914).

Picasso/Chanel, la segunda exposición que se celebra en Madrid con motivo del aniversario de la muerte del pintor (la primera la acogió Mapfre y versaba sobre la relación entre Picasso y Julio González), está dividida en cuatro espacios que son también una cronología de la amistad entre las dos grandes figuras de la expresión artística. Cuentan las crónicas que ambos se conocieron en la primavera de 1917 y, a partir de ahí, los dos comenzaron a moverse en el mismo círculo. De hecho, Coco Chanel empezó a frecuentar habitualmente a Picasso y a su entonces mujer, la bailarina Olga Khokhlova, quienes residían en Biarritz, donde Coco había abierto tienda dos años antes, en 1915. Precisamente de los albores de esta relación y de las obras de ambos durante aquellos años versa la primera parte de la exposición, titulada El cubismo y el estilo Chanel. ¿Que cómo era dicho estilo? En dos palabras, puro y simple. La gran aportación de Coco a la moda fue dotar de movimiento a su ropa, que esta siguiera al cuerpo y dejara de ser estática. La diseñadora utilizó las líneas rectas y los planos, algo en lo que coincidía con el cubismo. Asimismo, la nueva tendencia en moda abogaba por el uso de ‘materiales pobres’, que se traducía en tejidos hasta entonces asociados con la ropa interior, caso de lanas poco tratadas o el tweed escocés, una tela extraordinariamente áspera. La nota ‘discordante’ en sus diseños de líneas puras la pone la profusión de accesorios y la técnica del collage que, en el caso de Chanel, se manifiesta precisamente en la mezcla de tejidos.

La segunda parte de la exposición está centrada en la figura de Olga, esposa de Picasso y, con el tiempo, clienta fiel de Coco. La pareja contrajo matrimonio en París en 1918, pero fue en Biarrizt, lugar en el que ella convalecía de una operación, donde el artista comenzó a pintar numerosos retratos de Olga, mostrándola en la intimidad de su hogar. Allí, la pareja y la diseñadora cultivaron una amistad más estrecha, convirtiéndose Olga en seguidora excelsa de Gabrielle y fan de esos diseños adaptados al movimiento del cuerpo con los que Coco había conquistado el mundo postbélico de la época.

Vestido, de Gabrielle Chanel (1929-1930) y Mujer frente al mar, de Pablo Picasso (1922).

Inevitablemente, la amistad que se había fraguado en el ámbito personal llevó a la colaboración profesional. La tercera sala de la exposición del Thyssen se titula Antígona, obra teatral que se estrenó en 1922 en el teatro L’Atelier de Montmartre y que supuso el primer trabajo conjunto entre Picasso y Chanel. Él hizo el decorado, las máscaras del coro y los escudos de los guardias. Pero la inspiración helénica no se quedó ahí: en esa época, Picasso pinta figuras con túnicas y drapeados, aunque juega a exagerar la forma de manos y pies (lo verás en la exposición). Por su parte, y volviendo a Antigona, Coco Chanel fuel la encargada de diseñar el vestuario, siendo las diademas hechas con piedras semipreciosas las que hoy cuentan con el honor de figurar como las primeras joyas realizadas por Chanel.

La segunda colaboración entre ambos genios tiene también nombre propio (El tren azul) y ocupa la cuarta sala del museo. El tren azul fue una opereta bailada fechada en 1924 e inspirada en dos cosas que estaban muy de moda en la época: tomar el sol y el deporte (recordemos que ese año se celebraron los Juegos Olímpicos en París). Coco Chanel elaboró un vestuario siguiendo la estética de la práctica deportiva, uno de sus grandes hobbies (los diseños que verás en la exposición son reproducciones de los originales), mientras que Picasso firmó la imagen del telón de la obra (Dos mujeres corriendo por la playa) e ilustró el programa de mano que hoy es una auténtica joya.

Abrigo, de Gabrielle Chanel (1929-1930) y Mujer con mandolina, de Pablo Picasso (1908).

Todo esto se puede ver en el Museo Thyssen Bornemisza hasta el 15 de enero, una fiesta que une moda y arte y que no será el único homenaje al pintor malagueño del que oiremos hablar en las próximas semanas: el museo de Montmartre, de París, trabaja en La vida bohemia de Picasso y al MET de Nueva York llega una muestra sobre Cubismo y la tradición del trampantojo que supondrá el pistoletazo de salida a las exposiciones que se celebrarán en EE.UU en torno a la figura del pintor español. Pero ya te adelantamos que ninguna como esta que puedes ver en Madrid. Tal y como nos afirman desde el museo, “mezclar arte y moda nos proporciona un material para reflexionar sobre el presente. Frente a los discursos apocalípticos que nos llegan, Picasso y Chanel (quien fue capaz de liberar a la mujer de los corsés físicos y psicológicos) nos recuerdan que este es únicamente el principio de los tiempos y que solo nosotros somos responsables de lo que vayamos construyendo. Ellos lo fueron.”