O las amas o las odias, pero lo que está claro es que las botas de agua ya son una pieza clave en cualquier armario cápsula. Lo mejor, además de su toque juvenil y original que quita años de encima, es que llevan siglos ocupando un importante hueco en nuestros armarios. Y nunca pasarán de moda.
Como pasó con la gabardina o la chaqueta bomber, las botas de agua nacieron con un objetivo meramente funcional. Sin embargo, personalidades como Lady Di o la top model Kate Moss las han convertido en una opción lejos de los días lluviosos. Ahora las llevan todas para pasear por el campo, ir a festivales o completar cualquier look.
Por qué debes comprarte unas botas de agua
Principalmente porque, lejos de su mala fama, sientan genial, tienen miles de posibilidades y su abanico es tan amplio, que es relativamente sencillo encontrar uno apto para nuestros gustos. Además:
- Rejuvenecen. Tienen ese toque tan divertido que siempre aportan un aire menos serio con el que te verás juvenil.
- Son aptas para todas las edades. Aunque las botas de agua desde hace años se relacionan con los niños más pequeños para que jueguen tranquilos en los charcos, lo cierto es que aportan mucho estilo en los looks más otoñales.
- Son prácticas para los días lluviosos, ya que nunca sabes cuándo el barro o un charco inesperado puede asaltarte.
- Están de moda. Vamos, si Kate Moss las llevó al festival de Glastonbury, todo el mundo puede llevarlas a diario.
- Combinan con todo, aunque las danesas tienen claro que su match favorito es el de bota de agua y falda corta de tablas con calcetines largos.
- Duran muchísimo. Tanto, que lo más recomendable es que inviertas en ellas. Aunque también es posible encontrar modelos con un precio prácticamente irresistible.
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