Ya hemos hablado de muchas de las tendencias que arrasarán esta primavera/verano porque son una declaración de intenciones que enamora a las más clásicas, pero también a las más modernas (las faldas de tablas son un buen ejemplo). Sin embargo, se habla poco de los colores que llevaremos durante los meses más estivales.
Y son más importantes que nunca. Dejando a un lado a los tonos neutros y esos que harán que tus looks siempre se vean caros –en invierno el burdeos y el gris han sido los perfectos anfitriones–, una oleada de tonos vivos y románticos tocará la puerta de nuestros armarios.
En parte, tiene todo el sentido del mundo. Comienza el buen tiempo, los días son más largos y nos apetecen telas más ligeras y tonalidades más llamativas que vayan acorde al contexto que nos toque vivir. De este modo, los diseñadores de mayor renombre dan la mano a las prescriptoras de moda más aventajadas para aunar fuerzas y determinar, entre todas las posibilidades, cuáles son las favoritas.
Firmas como Zimmerman apuestan fuertemente por tonos vibrantes como el mandarina, Gucci y Burberry tanto por el azul bebé que lleva repitiendo varias temporadas como por el amarillo mantequilla. Los más románticos como Givenchy se decantan por verdes pasteles, aunque también hay otros que se mantienen inmóviles frente al cambio, haciendo su apuesta cromática por tonos como el blanco (16Arlington) o el gris (Stella McCartney).
Al final, esto tiene que ver mucho con el estilo que integra cada persona, cómo lo combine y para qué lo utilice. No obstante, lo que queda claro es que esta primavera/verano todos convivirán en una preciosa comunidad de paz y armonía.
Qué seis colores llevaremos en primavera-verano 2024