Elegante, clásica y vanguardista. Tres palabras que definen la casa que en 1910 creó Gabrielle Chanel y que convirtió en un icono de la industria de la moda. Hoy sigue siendo una de las más reconocidas firmas de la haute couture, de la marroquinería y del mundo de la perfumería y el maquillaje; tanto que no puede faltar a las más prestigiosas pasarelas internacionales, como la Semana de la Moda de París, lugar en el que vio la luz la maison.
Como cada firma acogida sobre las pasarelas de la capital francesa, Chanel ha mostrado en la última jornada de la Paris Fashion Week su colección prêt-à-porter Primavera/Verano 2024. Un cierre de semana muy esperado por expertas y amantes de la alta costura.
Y es que ya anunciaba la marca a través de sus redes sociales la inspiración que había tomado Virginie Viard, directora creativa desde que dejó este mundo el legendario Karl Lagerfeld en 2019, para crear sus últimas obras estilísticas.
Se trata de la Villa Noailles, situada en las zonas altas de Hyères en plena Côte d'Azur. Un lugar donde el art de vivre está a flor de piel gracias al maridaje entre la visión modernista de los mecenas Charles y Marie-Laure de Noailles y al vanguardismo que la diseñadora compartía entre su círculo de artistas, incluidos dichos vizcondes.
Aparte de esta histórica referencia arquitectónica, la cual hoy acoge exposiciones de diferentes campos artísticos y una visión contemporánea de la creatividad, otro de los grandes elementos que ha estado muy presentes en la nueva colección SS24 de Chanel ha sido el estampado floral. Un clásico en la firma por su emblemática camelia blanca.
Los mejores looks de Chanel prêt-à-porter SS24
Efectivamente, el tweed no podía faltar en esta última colección SS24 al tratarse ya de un textil representativo de la maison. Y es que esta vez lo hemos visto en colores vitamina, donde rosas, verdes, azules, lilas y amarillos se entrelazan hasta formar idílicos diseños, como este vestido de manga larga, escote en V y solapas de pico.
¿La novedad? Que la casa ha combinado sus lujosas piezas con un calzado plano a la par que cómodo: las chanclas.
Y si el tweed era un must, los trajes de chaqueta de Chanel son una aparición obligatoria allá por donde pasen. Sin embargo, esta vez los hemos encontrado en su versión asimétrica, envuelta en cuadros vichy y ornamentos propios de la naturaleza. Una combinación entre la arquitectura de la Villa Noailles y la gracia primaveral.
Apenas hemos apreciado diseños lisos, sino que en su mayoría proyectaban diferentes estampados. Uno de ellos, y el gran protagonista –junto con los cuados vichy–, ha sido el print a rayas. Horizontales, verticales, delgadas, gruesas... la casa las ha proyectado en todas sus formas debido a esa referencia de la villa de 1923, dotada de planos muy lineales.
La logomanía no podía faltar en las piezas de Chanel, ni siquiera en los total looks recubiertos de su reconocido símbolo de la 'doble C'. Y, dejando las flip-flops aparte, el calzado que ha pisado fuerte esta pasarela han sido las bailarinas destalonadas y los Mary Jane planos. Una opción muy chic y frenchie que han elevando cada uno de los estilismos.
Una de las grandes tendencias de estas próximas temporadas son las transparencias. Un tejido atractivo que puede llegar a tener un toque sofisticado como bien ha llevado a cabo la firma, con elementos como el cuello bobo, las mangas abullonadas, la cintura marcada o incluso la técnica del overlaying.
«¿Flores? ¿Para primavera? ¡Qué original!». Ante esta irónica frase que dijo Meryl Streep en El Diablo Viste de Prada, Chanel responde un rotundo sí. Y es que puede parecer cliché para dicha estación del año, pero el estampado floral es un clásico, tal y como la maison.
Combinados con la logomanía típica de Chanel, estos energéticos print salían a la luz sobre diseños llenos de color, tanto en vestidos largos y cortos como en monos de una pieza y conjuntos de falda y chaqueta.