Sybilla ha vuelto y lo ha hecho por la puerta grande. Si es que alguna vez se fue porque, incluso en los años que ha podido estar alejada del foco mediático, no ha parado de ser noticia gracias a sus diseños y creaciones. Por eso, la diseñadora (nacida en Nueva York en 1963) ha querido llamar a este regreso más que una vuelta: Revuelta de Sybilla.
Buenas noticias para el sector porque ella es un referente de la moda española que cuenta con una Medalla de Oro al Mérito en las Bellas Artes y un Premio Nacional de Diseño de Moda, y puede presumir de haber vestido a las grandes actrices de este país para las alfombras rojas más importantes.
Sus grandes musas
Marisa Paredes ha sido, sin duda, una de sus clientas incondicionales y ha lucido sus diseños como nadie. Incluso la generación Z ha reconocido su talento, encarnada en la actriz Anna Castillo, que también llevó un Sybilla a los Goya; en este caso, ha sido este 2024. Elena Anaya o Ana Belén han sido también portadoras de uno de sus famosos vestidos negros de hilo invisible, tan característicos de Sybilla.
La Revuelta de Sybilla llega por partida doble. Por un lado, con un salón de ropa a medida en el número 9 de la calle Noviciado de Madrid. Lejos del Callejón de Jorge Juan, donde tantos años ha estado, pero en una nueva ubicación que para ella aún guarda la esencia del Madrid en el que ya triunfaba hace décadas.
Un armario a medida
Un espacio que más que un taller es un laboratorio creativo en el que se puede recuperar la forma en la que se trabajaba antes y en el que cada mujer se puede hacer el vestidor de sus sueños con prendas que, bajo el toque de la diseñadora, sean atemporales y un fondo de armario perfecto para cualquier ocasión.
"Nuestro salón de medida y novias es un lugar para jugar y disfrutar, para realizar juntos ese vestido que sueñas, para crear un vestuario a medida. Quisiera ayudar a crear ese vestido preferido que sirve para cada ocasión, no pasa de moda y siempre sienta bien", explica la creadora.
Para ella, lo más importante es hacer diseños que hagan la vida más fácil, con colores que "alimentan, texturas que acarician y patrones favorecedores", asegura.
Una tienda efímera llena de paz
Por otro lado, en el número 11 de la misma calle Noviciado, Sybilla ha abierto una tienda efímera con su ropa de prêt-à-porter que estará en Madrid hasta el próximo 20 de julio. Una pop-up que después dará la vuelta al mundo con paradas en Mallorca, Ibiza, México y Miami.
"La Revuelta es un experimento, un laboratorio, un intento de encontrar coherencia en mi trabajo con el momento tan delicado que vivimos. Es también la historia de una calle encantadora, de un equipo entusiasta y de un intento de crear comunidad. Una excusa para encontrarse y conectar, y es, sobre todo para mí, un aprendizaje y servicio. Quiero ser útil con lo que hago y encontrar y transmitir alegría haciéndolo", recalca la diseñadora.
El espacio de esta pop-up, desde luego, invita al encuentro y la conexión gracias a una decoración en blanco de cal, con formas limpias y orgánicas inspiradas en Mallorca, la isla que tanto le gusta a Sybilla.
Allí se pueden encontrar sus diseños versátiles y transformables, llenos de color, que resaltan en las perchas en contraste con la claridad del espacio. Prendas en series limitadas versátiles, con volumen en los patrones y tejidos exquisitos, prácticas y combinables entre sí, perfectas para la idea que tiene Sybilla de hacernos la vida más fácil.
Ahí se incluyen sus míticas colecciones, como Trapitos negros, prendas de punto de viscosa de algodón que son multiposición, que se pueden convertir al gusto de cada clienta y que son perfectas para llevar en una maleta porque, además, no se arrugan. También las prendas llamadas Mentiras, porque parecen lo que son y son lo que no parecen. O sus Smart Dresses, una mezcla de falda y pantalón, absolutamente versátiles.
Pañuelos que son como una caricia, prendas de lino que parecen etéreas o unas carteras que recuerdan a la técnica del origami japonés. En el piso de abajo, sus Iconos. Modelos de noche de gasa, bambula o crepe en series aún más limitadas.
Un universo Sybilla en dos vertientes, efímera (la pop-up) y permanente (el atelier) para recuperar la esencia de la moda gracias a prendas eternas que hacen soñar.