La joyería ha dejado de ser un simple accesorio para convertirse en un manifiesto de identidad. En las pasarelas de primavera-verano 2025, las piezas no solo adornan, sino que narran historias de artesanía ancestral, conexión con la naturaleza y una audaz mirada al futuro. Los diseñadores han tejido un diálogo entre lo orgánico y lo tecnológico, lo monumental y lo delicado, creando un lenguaje visual donde cada detalle es una declaración.
Este año, el equilibrio entre opuestos define el espíritu de las colecciones. Las perlas clásicas se rebelan contra su tradición, las técnicas manuales conviven con innovaciones digitales, y el maximalismo se funde con el minimalismo en una danza de contrastes. Las joyas ya no son complementos, sino extensiones de la personalidad, capaces de transformar un look básico en una obra de arte portátil.
1. Perlas: El renacimiento de un símbolo atemporal
Las perlas, otrora emblema de elegancia conservadora, se reinventan con rebeldía. En las pasarelas, este material clásico adopta formas inesperadas y se mezcla con elementos disruptivos. Fendi presentó collares asimétricos donde las perlas barrocas coexisten con eslabones dorados rotos, mientras Moschino las incrustó en pulseras oversize junto a flores de resina translúcida. Ralph Lauren optó por collares mini de perlas blancas combinadas con cuentas de madera, ideal para looks relajados, y Dior desafió la tradición con pendientes que simulan perlas deformadas, como si estuvieran fundiéndose al sol.
Los pendientes Martese tienen cuatro cautivadoras perlas y están elaborados en latón bañado. Son elegantes, sencillos y un acierto para la temporada de eventos. Son de Acus y su precio es de 74 €.
La innovación también llega a los materiales con perlas teñidas en tonos coral y verde esmeralda, o mezcladas con circonitas en azul profundo. Esta tendencia celebra la versatilidad de un clásico, demostrando que incluso lo más tradicional puede evolucionar sin perder su esencia.
2. Arte ancestral: El resurgir de lo hecho a mano
La artesanía toma el protagonismo con piezas que celebran la imperfección y los materiales crudos. Bottega Veneta sorprendió con collares de vidrio soplado en forma de flores, cuyas burbujas e irregularidades narran el proceso manual. Isabel Marant o Simorra, recurrieron a conchas talladas y amuletos gaélicos suspendidos de cadenas de algodón, evocando un estilo nómada costero. Por su parte, Saint Laurent presentó collares de plata martillada y cuentas de madera desgastada.
Esta tendencia va más allá de lo estético: es un homenaje a técnicas ancestrales. Las joyas imitan artefactos arqueológicos, como los pendientes de Tokyo James con perlas amarillas ensartadas en hilo de lino, o los collares de Alberta Ferretti con abalorios de cerámica sin esmaltar. El mensaje es claro: en un mundo digitalizado, lo manual se convierte en un lujo revolucionario.
CortesíaCollar Celia, de Mina Palmera: pieza artesanal de plata de ley martillada y envejecida con filigrana e incrustaciones de piedra. Única pieza en la colección, ideal para combinar con prendas minimalistas.
3. Maximalismo VS. Minimalismo: Cuando los opuestos se juntan
La temporada celebra la coexistencia de extremos, como se vio en pasarelas donde lo exuberante y lo sobrio compartieron protagonismo. Schiaparelli combinó brazaletes dorados XL con cadenas de perlas ultrafinas, mientras Gucci presentó collares de cuentas de madera XL junto a anillos minimalistas de oro liso. Missoni y Luar exploraron el concepto de "dos en uno", con pulseras anchas de metal combinadas con tobilleras delicadas, y Ferragamo fusionó gargantillas gruesas con dijes minimalistas en un mismo collar.
El layering se reinventa: Fendi apiló pulseras rígidas bañadas en oro sobre mangas transparentes, contrastando con la sutileza de los pendientes de perlas barrocas de Dior. Incluso Saint Laurent equilibraba collares de cuentas de madera voluminosos con aros de diamantes casi invisibles. La clave está en la intencionalidad: piezas monumentales como centro del outfit, mientras las minimalistas actúan como contrapuntos elegantes.
El anillo Cratère de Nadia C. Castel está hecho en plata que busca su forma pasando por diferentes grosores y formas, como si se tratara del cráter de un volcán con varias alturas y deformaciones, manteniendo su estructura redonda pero tosca. Perfecto para llevar con otros anillos y crear combinaciones interesantes.
4. Bestiario marino: El encanto de las profundidades
El mundo submarino emerge en las joyas como metáfora de libertad y misterio. Chloé, Tory Burch, Chanel, Diesel, Stella McCartney o Zimmermann, rindieron homenaje al océano con pulpos, sirenas, estrellas de mar, peces y pájaros en todos los formatos, desde pendientes, hasta collares que parecen flotar.
Los materiales reflejan esta conexión con la naturaleza: Isabel Marant usó madreperla iridiscente para imitar escamas de pez, y Swarovski creó caballitos de mar con cristales azul abismo. Cada pieza funciona como un talismán, recordando que la joyería puede ser un puente entre lo terrenal y lo onírico.
CortesíaBrazalete rígido, hecho a mano con base de latón bañada en oro rosa de 18 quilates, de Suma Cruz.
5. Diseños personalizados
Sara Benavente es gemóloga, experta en tasación, graduación de diamante, gemas de color y tiene su propia firma de diseño de joyería. Para ella, en el 2025 la joyería se convertirá en un reflejo de la historia única y el estilo personal. La personalización estará a la vanguardia a través de varias fórmulas:
- Mensajes y símbolos grabados
- Piedras de nacimiento o elección de gemas según sus atributos
- Piedras preciosas heredadas
“En Sara Benavente Alta Joyería, concebimos cada joya como una expresión emocional, un sello de autenticidad para nuestros clientes, descubriendo lo que de verdad dice de nosotros una joya a través de la creación de lo que llamamos Joyas Autobiográficas”.
Tips para combinar las joyas con cabeza
Una vez conocemos las tendencias, toca aplicarlas a nuestro estilo y saber cómo combinarlas. Para ello, hablamos con Jalil Majul y Katya Galushina, el alma mater de Mina Palmera, una firma que nace con el objetivo de preservar y dar visibilidad a la platería mexicana, llevando el legado de los joyeros de Taxco a España.
Launchmetrics Spotlight
- "Tendemos a pensar en la joyería como el punto final de cualquier look, pero también puede ser el punto de partida”. Hablan de integrar piezas maximalistas en combinaciones sencillas, como unos vaqueros con camiseta blanca o un look de oficina. “Mezclar texturas y volúmenes con un hilo conductor—ya sea un color o una forma—es clave para equilibrar el estilo. No hay que tener miedo de combinar collares de diferentes largos o mezclar anillos chunky con piezas más delicadas. El contraste es lo que da carácter".
- “Un statement piece puede transformar cualquier outfit”, dicen a modo de sentencia. Desde unos pendientes XL o un maxibrazalete, cualquier pieza llamativa eleva un look sin necesidad de mucho más. “En Mina Palmera, creemos en el poder de los accesorios para añadir sofisticación y personalidad".
- "Al combinar joyas, un error común es mezclar metales sin intención. Si lo haces, busca equilibrio”. Afirman que un mix de oro y plata funciona mejor si las piezas tienen acabados similares, como pulido o mate. “La plata no siempre es fría; dependiendo del acabado, puede reflejar calidez y parecer dorada. Mi consejo: no te limites a uno de los dos metales, juega con los acabados y las texturas".