reina letizia ortiz
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Lejos de la mera ostentación, cada elección de la reina Letizia es un ejercicio de precisión estratégica. Su armario, más que un muestrario de tendencias, funciona como un manifiesto silencioso que combina estética y compromiso. Detrás de la aparente sencillez de un traje o el vuelo minimalista de un vestido late una narrativa deliberada: la de convertir su imagen en un altavoz para diseñadores emergentes, aquellos que tejen con hilos de autenticidad y ética en talleres locales.  

No se trata de capricho, sino de una estrategia y un compromiso con las firmas que dejan huella. Desde hace años, su silueta se erige en pasarela itinerante para firmas españolas que defienden una moda lenta, sostenible y arraigada en el saber hacer artesanal. Un gesto que trasciende lo estético para abrazar lo económico y lo cultural.  

En este sentido, Eva Fernández —su asesora de estilo— actúa como curadora de un patrimonio textil. Su método es meticuloso: investiga, selecciona y establece diálogos directos con creadores, muchos de ellos desconocidos fuera de circuitos minoritarios. El proceso no se limita a pedidos protocolarios; incluye inmersiones en talleres, comprensión de técnicas ancestrales y adaptaciones que respeten la esencia de cada pieza. El resultado son looks que, al ser exhibidos en actos de Estado o giras internacionales, catapultan a estas marcas a una visibilidad impensable.  

El año pasado confirmó esta vocación con nuevas incorporaciones a su vestidor real. Entre ellas destaca Frambuã, cuya chaqueta de líneas arquitectónicas y confección impecable Letizia estrenó durante un acto en Zarzuela o el maravilloso vestido Aryana de Charo Ruiz que lució durante sus vacaciones en Palma de Mallorca; una pieza confeccionada en algodón voile con delicadas puntillas de guipur. 

Vestidos boho y alpargatas: coordinados
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Cada elección, ya sea de una firma novel o de otra ya consolidada pero discreta, genera un efecto dominó: desde colapsos de stock hasta el surgimiento de colaboraciones internacionales.  Se llama el efecto Letizia y es el culpable de que la chaqueta roja de piel de Mango haya volado, del mimo modo que lo hicieron las alpargatas de Macarena Shoes el año pasado.

Pero más allá del impacto comercial, subyace una filosofía compartida. Las marcas que viste la Reina suelen coincidir en valores: producción nacional, materiales nobles, procesos respetuosos con el entorno y diseños atemporales que desafían la fugacidad de las tendencias. Al vestirlas, la reina Letizia no solo promociona un producto; encarna un ideario.  

Su armario es mucho más que un conjunto de prendas: es un mapa de la moda española contemporánea, un crisol donde conviven el legado textil y la innovación. Y en cada aparición pública, la monarca demuestra que la elegancia, cuando se alía con la intención, puede ser también un acto de soberanía cultural.

Detrás de las firmas españolas que ha llevado la Reina Letizia en 2025

Este año no ha sido menos y la reina Letizia se ha dejado ver con looks plagados de talento nacional, con marcas que esconden una historia que merece la pena ser contada.

Un bolso tan artesanal como tecnológico: Maison Admire

Maider Mendaza está detrás del bolso que lució la reina Letizia durante la inauguración de ARCOmadrid, la Feria Internacional de Arte Contemporáneo de España. Tras más de 15 años trabajando como directora creativa en el mundo de la publicidad, cuando nació su hijo dio un giro radical y cambió sus prioridades vitales y profesionales.

La reina Letizia y el rey Felipe, en ARCOmadrid 2025
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Así nació Maison Admire, una marca hecha en España, ética, sostenible e innovadora que busca transmitir estos valores en unos bolsos muy especiales que hibridan la artesanía (hechos a mano con más de 62 piezas en un taller local) con la tecnología. Las asas están impresas en 3D y son pulidas y tratadas posteriormente a mano, por lo que no hay dos iguales. 

Bolso Maison Admire
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Unas joyas valencianas: Singularu

Ese mismo día, en ARCOmadrid, la monarca volvía a confiar en Singularu para aderezar su estilismo. La firma de joyería fundada en Valencia es una de las favoritas de la reina y es habitual verla con accesorios suyos. Para ese día, eligió los pendientes Aro Mombasa Baño Oro, los que a las pocas horas se agotaban.

Pendientes Sigularu (reina Letizia)
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Cristina Aristoy está detrás de Singularu, una joven que transformó su pasión por las joyas en un fenómeno viral que desde 2014 no ha hecho más que crecer. Con artesanos de la tierra, ha creado una marca que ha roto esquemas al ofrecer diseños modernos, personalizables y asequibles. 

Un bolso con historia: Mona Moon

En el acto central del Tour del Talento en la capital almeriense, la reina hacía un guiño a la ciudad con una firma nacida en Almería Mona Moon y lucía el bolso Tokio, fabricado en piel e inspirado en la técnica japonesa furoshiki, que se utiliza para llevar paquetes o hacer bolsos con tejido o pañuelos de seda.

Reina Letizia bolso de Mona Moon
Cortesía de la firma

Carmen Gómez está detrás de esta firma, una ingeniera que crea bolsos de diseño funcional, a precios honestos y con el encanto de lo artesanal. La historia del Tokio es curiosa, ya que le surgió durante un viaje que hizo a Japón, en donde tuvo la oportunidad de conocer a la reina Letizia…. el resto es historia. 

Bolso Tokio de Mona Moon
Cortesía

Unas bailarinas sostenibles, éticas y divinas: Adeba

Isabel Moralejo, tras culminar su formación en Farmacia, supo que su verdadero camino no transitaba entre fórmulas químicas, sino entre tejidos y siluetas. Con determinación, abandonó el universo de los comprimidos por el de las pasarelas, mudándose a Madrid para abrazar su vocación como estilista. En las páginas de prestigiosas revistas, donde ascendió hasta dirigir secciones de moda, encontró el espacio ideal para canalizar su pulsión creativa. Pero fue al fundar Adeba, su marca de zapatos, cuando materializó un sueño: fusionar artesanía y elegancia con un toque contemporáneo.

Bailarinas de Adeba
Cortesía de la firma

El éxito, sin embargo, alcanzó una dimensión inesperada cuando la reina Letizia lució sus bailarinas Dance —un modelo de charol con tacón sutil— durante un acto oficial. El efecto Letizia irrumpió con fuerza: en cuestión de horas, las existencias se agotaron y cientos de pedidos inundaron la marca, generando una lista de espera que refleja no solo el impacto mediático de la monarca, sino el magnetismo de un diseño que aúna sofisticación y versatilidad. Para Moralejo, más allá del vértigo inicial que supone emprender, este reconocimiento corona una trayectoria tejida con audacia y pasión, confirmando que incluso los giros más arriesgados pueden desembocar en puertos de éxito inesperado.

Bailarinas de Adeba
Cortesía

Más pendientes ‘Made in Valencia’: Sure Jewels

Otro de los favoritos de la reina Letizia son los pendientes de Sure Jewels, los cuales los hemos podido ver en dos ocasiones clave. Primero en Sevilla, con los Nanuk Long, chapados en oro de 18 quilates, fueron el complemento perfecto para su vestido frambuesa. Después en Bilbao, con un diseño en dorado con una piedra que acentuó su traje de lentejuelas firmado por Teresa Helbig. 

Reina Letizia con pendientes Sure Jewel
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Detrás de estas piezas está una marca valenciana que nació en 2018 como evolución de la joyería familiar Emilio Rotglá, fundada en Alfafar por Emilio y Ada Serrano. Con esencia mediterránea y enfoque contemporáneo, Sure Jewels cuenta hoy con tiendas en Valencia y venta online internacional. Ada Serrano destaca cómo el respaldo de la monarca impulsó las ventas: los modelos que eligió se agotaron rápidamente, revitalizando no solo la marca, sino también el taller original, afectado por una catástrofe reciente. Un gesto real que convirtió joyas en símbolos de resiliencia y arte local.

Pendientes Sure Jewel
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Estas son sólo algunas de las marcas españolas que enamoran a la reina, aunque son muchas más las que día a día se suman al armario de una mujer con el poder para hacer llegar nuestro saber hacer más allá de nuestras fronteras.