Hay grandes del cine absolutamente desconocidos. Y pese a la presencia pública (y la extrañeza, para algunos) que pudo significar tener a la diseñadora de vestuario Yvonne Blake (Manchester, 1940 - Madrid, 2018) como presidenta de la Academia del Cine Español, fortísimo acento foráneo incluido, lo cierto es que quien acaba de fallecer ha sido una gran desconocida para el gran público. Y eso que en su haber hay títulos señeros del cine español y de la cinematografía universal.
La actriz Paula Echevarría nos lo ha recordado, precisamente, con un nuevo post en Instagram, en el que recuerda su colaboración con la mítica diseñadora de vestuario de Nicolás y Alejandra, producción de 1971 que le granjeó su único premio Oscar junto a su colega el diseñador de moda español Antonio Castillo.
¿Pero dónde se conocieron Yvonne Blake y Paula Echevarría? Fue en Carmen (2003), de Vicente Aranda, y con Paz Vega como protagonista absoluta, donde podemos encontrar a una Paula jovencísima, apenas dando los primeros pasos en la industria del cine y la televisión, tras participar en series como Compañeros y Al salir de clase, y en títulos como Peor imposible, ¿qué puede fallar?, donde lucía bajo el nombre (intrascendente) de Chica 2.
En el filme basado en la historia de la cigarrera sevillana, su personaje, Marisol, era el de una amiga de la protagonista. "Tuve la inmensa suerte de conocerte.. Y el honor de que me vistieras.. Mujer talentosa, dulce, humilde, cariñosa", recuerda una sentida Echevarría en Instagram.
Muchos más que Oscar fueron los premios Goya que obtuvo, afincada en el cine español desde que conociera a su marido, el director artístico Gil Carretero, durante el rodaje en España de Talento por amor (1969). Aquí consiguió nada menos que cuatro cabezones. El primero por la mítica Remando al viento, de Gonzalo Suárez, con unos Hugh Grant y Elizabeth Hurley en estado de gracia. Canción de cuna, Carmen y El puente de San Luis Rey fueron los otros títulos que llegaron con premio.
Yvonne Blake no será recordada tanto por estos trabajos, como por filmes destacados en el imaginario pop como el musical Jesucristo Superstar (Norman Jewison, 1974), la nostálgica Robin y Marian (Richard Lester, 1976), vistiendo a Audrey Hepburn y Sean Connery, y una producción estadounidense que haría historia: Superman (1978, de Richard Donner), protagonizado por el malogrado Christopher Reeve y Margot Kidder.
Suyo es el icónico traje del superhéroe más grande de la historia, inspirado, claro está, en el personaje de cómic creado por Jerry Siegel y Joe Shuster en 1933. Otras versiones hemos visto, pero ninguna con tanto poder cromático como el elevado por la diseñadora de vestuario Yvonne Blake.