Seguro que has escuchado hablar de la niacinamida, también conocida como vitamina B3, ya que se ha convertido en uno de los ingredientes más valorados en el cuidado facial gracias a su versatilidad y eficacia.
Sus múltiples beneficios y versatilidad, para tratar todo tipo de problemáticas de la piel de forma efectiva y suave, han hecho que gane un lugar imprescindible en los productos de belleza modernos, siendo apta para todo tipo de pieles.
Desde ser capaz de fortalecer la barrera cutánea, hasta reducir la pérdida de agua y ayudar a mantener la piel hidratada y protegida frente a agentes externos, lo tiene todo para ser la clave que cambie por completo el rostro. Además, su acción antiinflamatoria lo hace ideal para pieles sensibles o propensas a irritaciones.
Eso sí, todavía podemos tener algunas dudas al respecto como: ¿qué concentración de niacinamida es ideal para mi tipo de piel? ¿Es compatible la niacinamida con otros ingredientes activos? Para todo ello hemos hablado con Eduardo Senante, farmacéutico especializado en cosmética y nutrición y el divulgador que se encuentra detrás de @farmaciasenante en Instagram y farmaciasenante.com.
Pregunta: ¿Qué es la niacinamida y qué beneficios específicos puede aportar?
Respuesta: La niacinamida es una forma de vitamina B3, y es por ello que en algunos cosméticos la vamos a ver referenciada así. Es un ingrediente súper versátil, ya que es capaz de mejorar numerosos parámetros de nuestra piel: es antioxidante, refuerza la barrera cutánea, hidratante, atenúa la hiperpigmentación, regula la producción de sebo, estimula la producción de ceramidas… Vamos a decir que no existe piel que se resista a los encantos de la niacinamida.
¿Qué concentración de niacinamida es ideal para mi tipo de piel y mis necesidades específicas?
Va a depender un poco de las necesidades de nuestra piel. Las concentraciones de niacinamida en porcentajes superiores al 5% ayudan a disminuir y atenuar las pigmentaciones cutáneas, por lo que, en general, vamos a buscar productos que tengan esto como mínimo. Aunque, también hay que tener en cuenta las concertaciones entre el 1 y el 5%, ya que se siguen considerando efectivas por sus numerosos beneficios.
Ahora cada vez vemos más concentraciones al 20% que, a priori, va a poder multiplicar los beneficios, pero la realidad no es del todo así. En los casos de pieles más sensibles, conseguirá el efecto contrario, provocando irritaciones y alteraciones de la barrera cutánea. Por ello, en mi opinión, lo recomendable es una concentración entre el 5% y el 10%.
¿Es compatible la niacinamida con otros ingredientes activos que ya uso en mi rutina?
La niacinamida tiene la ventaja de que prácticamente se lleva bien con todos los ingredientes cosméticos. Así que, aunque a priori, se combina más con otros antioxidantes, como la vitamina C, vitamina E o ácido azelaico, es decir, en principio es completamente compatible con prácticamente todos los activos.
Así que, como siempre digo, no hace falta ser ningún experto para incorporar un sérum con niacinamida a nuestra rutina cosmética porque va a ser acierto seguro. Algo que siempre me gusta desmentir es que no se puede utilizar a la vez niacinamida y vitamina C.
Todo esto surge en torno a 1960, cuando se hicieron estudios con formas muy poco estables de ambos ingredientes y esto hacía que reaccionaran entre ellos y produjeran enrojecimiento. A día de hoy podemos afirmar que esto es completamente falso, ya que con la estabilización de las fórmulas, no hay ningún problema.
¿Cómo influye mi tipo de piel (seca, grasa, mixta o sensible) en la elección del sérum con niacinamida más adecuado?
Bueno, realmente, en mi opinión, la elección del sérum con niacinamida va a ser perfecta. Como hemos dicho, sirve para todo tipo de piel, seca, grasa, mixta o sensible, pero en este caso lo que nos vamos a centrar más es en el resto de los ingredientes. Es decir, si yo necesito un sérum más adecuado para una piel seca, buscaré uno en el que esté formulada la niacinamida junto con ingredientes humectantes y amolientes, dígase, glicerina, ácido hialurónico o vitamina E.
Si buscamos para una piel grasa, pues será mejor la de niacinamida con zinc o ácido azelaico, que son ingredientes sebo reguladores y que también contribuyen a desobstruir el poro. En cambio, para una piel sensible, pues como hemos dicho, buscaremos concentraciones inferiores al 10% y que también incluyan ingredientes calmantes, como puede ser la centella asiática o el zinc.
¿Debo usar un sérum con niacinamida de día, de noche o en ambos momentos?
Pues se puede utilizar tanto en rutina de día como de noche, es decir, va a funcionar bien en ambas, aunque dependerá de los objetivos que queremos conseguir. Es decir, si por ejemplo buscamos luchar frente a las manchas y tener una piel más luminosa, pues lo podemos utilizar como sérum de día, o si queremos regular la producción de sebo, como en el caso de la piel de grasas.
En cambio, si lo queremos utilizar como un ingrediente que nos ayude a reforzar la barrera cutánea, para que se tolere mejor el retinol, por ejemplo, u otros derivados de la vitamina A, lo mejor es utilizarlo de noche. Pero realmente, en ambos casos de la rutina va a funcionar genial, y todo lo que vamos a obtener con el uso de la niacinamida van a ser beneficios para nuestra piel.
¿Qué otras características, como la textura o la fórmula del sérum, debo considerar para garantizar una mejor absorción y eficacia?
Bueno, puesto que la niacinamida es un ingrediente soluble en agua, lo que se ha visto es que funciona bastante bien combinado con ácido hialurónico para una mejor absorción. De hecho, hay muchos en el mercado que los combinan, con diferentes pesos moleculares, para hidratar y rellenar la piel.
A la hora de incluirla en nuestra rutina, y para potenciar esa absorción, podemos utilizar previamente una loción tónica con ácidos exfoliantes. Si es más sensible utilizaremos polihidroxiácidos, y en el caso de que sea más resistente, abogaremos por alfahidroxiácidos, como el glicólico. Con ello eliminaremos las células muertas, con lo cual habrá menos impedimento y será más fácil la absorción del producto que aplique después, que en este caso será el sérum de niacinamida.