Hacernos las uñas siempre es un placer, lo sabemos. Ya nos las pintemos en casa o acudamos a nuestro salón de belleza preferido, es un momento para nosotras. De hecho es uno de los trucos self-care más recomendados. Aunque en primavera y verano nuestras uñas duplican la importancia. ¿Por qué? ¡Porque entran en juego los pies! Ahora ya no solo nos preocupamos de nuestra manicura, si no también de la pedicura (aunque siempre tenemos que tener los pies cuidados).
Ya hemos repasado los colores más cool: tanto para nuestras manos (donde blancos y colores chillones triunfan) como a la hora de hacernos la pedicura (en los que ganan por goleada los colores pastel).
Ya tenemos la teoría así que tendríamos que tenerlo todo bajo control, ¿no? Bien, tenemos un pequeño problema: ¿Cómo combinamos manicura y pedicura? Porque llevar cada una por su lado no es buena idea. ¡Vamos a buscar la armonía! Y nosotras tenemos las claves para que lo consigas.