Lo que comemos no influye únicamente en nuestro bienestar físico. Nuestra forma de alimentarnos afecta directamente a nuestro estado de ánimo: desde la ansiedad, pasando por la depresión hasta la infelicidad en general. Lo que ingerimos impacta profundamente en nuestras emociones porque intestino y cerebro están conectados.

Esa es precisamente la premisa que defiende Uma Naidoo, psiquiatra nutricional y Miembro del Consejo Asesor Editorial de Harvard Health Publishing, autora del libro ‘Lo que la comida hace a tu cerebro’. 

Según la experta formada en Harvard, un “intestino feliz”,como ella lo llama, se traduce en bienestar, tranquilidad y un buen estado de ánimo, por lo que para sentirnos mejor es básico realizar pequeños cambios en cómo y qué comemos. Ahí es donde entran en juego los llamados “alimentos para el estado de ánimo” y la conocida como hormona de la felicidad. ¡Te lo contamos!

Serotonina: la hormona de la felicidad

La serotonina es un neurotransmisor que desempeña un papel fundamental en nuestro cerebro y en el sistema nervioso central. Se asocia con la felicidad por su influencia en el estado de ánimo y el bienestar emocional, ya que cuando la serotonina está en niveles adecuados contribuye a la sensación de bienestar y calma. Sin embargo, cuando los niveles son bajos se asocia con trastornos del estado de ánimo como la depresión y la ansiedad. De ahí que se la conozca como la “hormona de la felicidad”.

Pero no termina aquí, la serotonina también influye en otros aspectos como el sueño, el apetito, la memoria o el aprendizaje.

Intestino, cerebro y felicidad: ¿cuál es la relación?

En una publicación de la Harvard Medical School, Naidoo expone esa curiosa relación que une al intestino con el cerebro y la felicidad. A la hora de abordar esa conexión, recalca: “es importante saber que muchos receptores de serotonina se encuentran en el intestino. En el campo relativamente nuevo de la psiquiatría nutricional, ayudamos a los pacientes a comprender cómo la salud intestinal y la dieta pueden afectar positiva o negativamente a su estado de ánimo”.

Y añade: “Existe una comunicación bidireccional anatómica y fisiológica entre el intestino y el cerebro a través del nervio vago. El eje intestino-cerebro nos ofrece una mayor comprensión de la conexión entre la dieta y la enfermedad, incluidas la depresión y la ansiedad”.

A qué sabe ser feliz: los alimentos que activan la hormona de la felicidad

La experta apunta a que llevar una dieta adecuada puede mejorar notablemente nuestro estado de ánimo, siempre y cuando hablemos de “formas leves y moderadas de depresión y ansiedad”. En caso de problemas de salud mental más graves, siempre es necesario el asesoramiento de profesionales.

De sus enseñanzas extraemos que entre los grupos de alimentos que influirían positivamente en nuestra felicidad entrarían los siguientes.