Si buscas un restaurante diferente, que se salga de los cánones estéticos o conceptuales habituales y en el que encima se coma (muy) bien, nosotros no hemos encontrado uno, sino cuatro. Tenemos desde el que juega con los sentidos hasta el que reinventa el kebab pasando por una ‘jaima’ o una ‘casa en un árbol’. Y todo, sin salir de Madrid
Sinestesia, el juego de los sentidos
La sinestesia, con minúscula, sería algo así como la mezcla de sentidos. Los sinestésicos (entre los que me incluyo) imaginamos el tiempo de diferentes colores o concebimos las notas musicales de forma geométrica. Hay varios tipos de sinestesia, pero, que sepamos, solo un restaurante de Madrid que lleve ese nombre. Y, mientras esta particularidad no es más que una curiosidad que emplear como tema de conversación, el restaurante supone punto y aparte.
Situado en el Centro Comercial Caleido, en la zona de las Cuatro Torres, tiene una única mesa para 16 comensales que deberán ir dispuestos a experimentar diferentes estímulos audiovisuales que recrean lo que puede experimentar un sinestésico. Todo en torno a un menú que cuesta 270 € (con maridaje) y consta de siete etapas que, entre otras cosas, reflexionan sobre el papel que juega el color en el día a día. Una experiencia completamente diferente y que merece mucho la pena experimentar.
Mómö, la reinvención del kebab
Cuentan que lo suyo es el kebab que no es kebab. Y, sí, parecerlo lo parece pero se trata de otra cosa: más rico, más cuidado, más especial, más deluxe. Mómö es un local pequeño muy cerca de la Glorieta de Bilbao (Hartzenbusch 9) y está concebido como un vagón de tren. Pocas mesas (tranquilidad, aquí el trasiego es continuo, así que lo de hacerse sitio tampoco resulta un drama) en medio de una decoración de tono salmón que relaja y crea una atmósfera muy agradable.
Pero aquí hemos venido a jugar, es decir, a comer. La elección resulta fácil, porque hay solo dos versiones de su kebab, de ternera o de pollo, ambos deliciosos. Lo ideal es tomarlas en menú y siempre, siempre, acompañadas de ‘papines’, esas patatas minis que se hacen al carbón con mantequilla negra y cilantro. Por cierto, el kebab al que ya somos fieles se cocina también al carbón (en esa parrilla japonesa llamada robata que se está haciendo tan famosa) y, cualquiera de sus dos variantes, se acompaña de una salsa espectacular. La alternativa a la comida rápida es esto: cocinados saludables, con todo el sabor y el mimo de los platos preparados en casa.
Nômadâ, un oasis bohemio
Se encuentra en el número 43 de Serrano y lo particular que tiene, a simple vista, es que está estructurado con una jaima. Pero no es solo eso lo que recuerda a las tiendas tradicionales de los pueblos nómadas del desierto; también los tejidos e incluso la vegetación que puebla la terraza. En medio de este ambiente bohemio, platos mediterráneos, cócteles de autor y cenas con música para los que se apuntan a vivir una velada de las Mil y una noches. Es nuevo y diferente. Y si te animas, no dudes en probar la terraza, un espacio tan verde como disruptivo en la Milla de Oro.
Treehouse by Superchulo, la casa del árbol
Y de un oasis a otro, porque este vergel se encuentra en plena Gran Vía (en el número 55 concretamente). Su peculiaridad es que está concebido como cabaña de árbol a la que se ‘sube’, escalera mediante. Y no es el único detalle distintivo, ya que a su propuesta decorativa suma la culinaria en forma y contenido de brunch all day, donde destacan platos saludables (tostada de espinacas, champiñones macerados, aguacate y huevo pochado o focaccia vegana con salsa de trufa, por poner solo dos ejemplos). Podrás tomar algo a cualquier hora del día y convertir este árbol gastronómico en tu ‘nido’.