Llegaron a España poco después de empezar el año y la fama de los seis libros Blackwater se ha extendido entre lectores acérrimos, Booktubers y todo aquel que ama una buena historia de ficción.

Con razón, porque lo tiene todo, empezando por una familia de terratenientes en el Sur de Estados Unidos guiados por una matriarca que ejerce un control estricto sobre los suyos y una misteriosa recién llegada que empieza a engatusar a la familia (casi) al completo.

Hay rencillas, por supuesto, pero sobre todo hay un trasfondo sobrenatural que le ha valido a la obra el título de terror gótico o, dicho con propiedad y apellido, terror gótico sureño. 

Calificada por algunos como la amalgama perfecta resultante del fabulado cruce de los talentos de Stephen King y García Márquez, la saga Blackwater es producto de la mente prodigiosa de Michael McDowell, amigo personal del ya mentado King y un autor que en sus casi 50 años de vida tuvo tiempo para publicar veinte novelas y otra saga, crear la historia de Beetlejuice que Tim Burton convertiría en película y ejercer de coguionista de Pesadilla antes de Navidad (también de Burton ) o de la muy elogiada serie Historias de la cripta, emitida allá por los 90.

El terror le gustaba, evidentemente, pero también la investigación histórica y la pulcra atención a los detalles. Y de los tres va sobrada la saga Blackwater, créenos.

 

La Riada, saga Blackwater
D.R.

McDowell pidió expresamente que su obra más conocida se editara en seis partes y se publicara una de ellas cada quince días, tiempos que Blackie Books ha respetado escrupulosamente en su edición española.

El motivo no es otro que la saga fue concebida como una sola historia dividida en seis grandes ‘capítulos’. El primero de ellos, el libro titulado La Riada, nos lleva hasta Perdido, un pueblo imaginario de Alabama en el que confluyen dos ríos, el uno llamado también Perdido y el otro, Blackwater, como la saga. Ese es el ‘feudo’ de los Caskey, una familia que ha labrado fortuna –y fama– trabajando la madera.

La vida de los Caskey, con la matriarca Mary-Love al frente, transcurre plácidamente hasta que una inundación, acaecida el domingo de Pascua de 1919, arrasa con todo. Es entonces cuando Oscar Caskey encabeza una operación de rescate y encuentra a  Elinor, el personaje –memorable, por cierto– que supone el contrapunto a esta historia. 

 

Saga Blackwater
D.R.

Con Elinor recabando voluntades y ganándose a los miembros de los Caskey (sobre todo a Oscar), Mary-Love comenzará a sospechar del origen y las intenciones de la recién llegada. Y así, entre intrigas y misterios, la historia se prolonga cincuenta años más.

Décadas en las que el mundo va cambiando igual que lo hace una sociedad donde blancos y negros parecían destinados a no entenderse y que acabaría viviendo la gran Depresión o la Segunda Guerra Mundial hasta llegar a los 70.

La precisión de McDowell nos llevará a deleitarnos con las claves del género que él tanto disfruta –unos lo emparentan directamente con la fantasía, pero es mucho más–, aunque también con el fresco social que construye de su país. Y, sobre todo, hay que reconocerle el mérito de saber construir unos personajes femeninos tan poliédricos como inolvidables. No, no estamos hablando solo de las dos protagonistas, Mary-Love y Elinor. Todas sin excepción son mujeres fuertes y poderosas, que no se corresponden para nada con el arquetipo de ama de casa de la época. McDowell celebra a la mujer valiente y resiliente y no podemos menos que congratularnos por ello.  

Prepárate para sumergirte, con mucho gusto, en la genealogía de Blackwater, seis libros a los que solo les ponemos un pero: crean adicción.