Desde hace unos meses, la colorimetría de la piel se ha vuelto un imprescindible a la hora de vernos favorecidas, jóvenes y con un rostro sin arrugas marcadas o imperfecciones. No nos extraña. Es la herramienta favorita de los estilistas y coloristas más famosos.
No obstante, no es tan sencillo identificarla en una primera instancia. Por eso mismo, te contamos todos los trucos de experto para poder identificarla y que disfrutes de todos sus beneficios. Desde qué puedes aprender de ella, hasta cómo usarla en maquillaje, ropa y cabello.
Qué es la colorimetría
La colorimetría es una técnica utilizada en la industria de la moda, el maquillaje, la dermatología y otras áreas relacionadas para determinar los colores que mejor complementan el tono de piel de una persona.
Esta técnica implica identificar el tono de piel de una persona, así como su subtono, a través de la observación y comparación con una serie de colores estándar. Una vez tenemos esta información, se pueden recomendar tonos de ropa, maquillaje y accesorios que resalten la apariencia de la persona y complementen su tono de piel de manera favorable.
Por otro lado, la colorimetría de la piel también contribuye a camuflar imperfecciones, como manchas o decoloraciones, utilizando correctores o bases que se adapten mejor al tono y subtono de la piel de cada individuo. Por tanto, es una herramienta útil para personalizar y mejorar la apariencia estética de una persona teniendo en cuenta sus características únicas.
Cómo saber cuál es mi colorimetría
Es relativamente sencillo, tan solo tienes que seguir estos pasos:
Observa tus venas en la parte interna de tu muñeca bajo una luz natural. Si tus venas parecen más azules, es probable que tengas un tono de piel frío. Si tus venas se ven más verdes, probablemente tengas un tono de piel cálido. Si no puedes distinguir claramente entre azul y verde, es posible que tengas un tono de piel neutro.
¿Te bronceas? Si tu piel tiende a broncearse fácilmente y toma un tono dorado, es probable que tengas un tono de piel cálido. Si te quemas fácilmente y tu piel toma un tono rosado o rosado, es probable que tengas un tono de piel frío.
Prueba de telas de colores. Es la forma más sencilla y viral. Sostén diferentes telas de colores cerca de tu rostro en una habitación bien iluminada y observa cómo afectan tu apariencia. Los tonos cálidos, como el dorado, el marrón y el naranja, pueden iluminar la tez de las personas con tonos de piel cálidos, mientras que los tonos fríos, como el azul, el rosa y el púrpura, pueden favorecer a quienes tienen tonos de piel fríos.
Consulta con un experto. Sobre todo, si tienes dudas o dificultades.
Qué se ve en la colorimetría
Tono de piel. Sabrás si el tono de piel de una persona es claro, medio o oscuro. Esto es importante para seleccionar los colores de ropa y maquillaje que se adapten mejor a su tono de piel.
Subtono de piel. Sabrás si el subtono de la piel es cálido, frío o neutro. Esto influye en la selección de colores que complementen y realcen la tez de la persona.
Tu colores que favorecen. Sabrás cómo afectan la apariencia de la piel. Algunos colores pueden hacer que la piel parezca más brillante y saludable, mientras que otros pueden hacerla lucir opaca o resaltar imperfecciones.
Cómo aprovechar al máximo la colorimetría
Y ahora que tienes las herramientas para saber cómo descubrir tu colorimetría ideal, veamos cómo puedes beneficiarte a la hora de maquillarte y vestirte:
Colorimetría en ropa
Invierno (subtono frío). Opta por colores fríos e intensos que complementen tus rasgos contrastados y definidos. Los tonos puros y brillantes son ideales para ti, así que elige colores como blanco, negro, gris y azul marino. Por otro lado, evita los tonos pastel, ya que pueden no resaltar lo mejor de tu piel de invierno.
Otoño (subtono cálido). Los colores cálidos e intensos son tu mejor opción, ya que resaltarán la calidez de tu piel de otoño. Opta por tonos como blanco roto, beige, camel, marrón y verde caqui para realzar tu tono de piel; y evita los tonos fríos que pueden apagar la luz de tu rostro y marcar las líneas de expresión.
Primavera (subtono cálido). Escoge colores suaves y cálidos que complementen tu tono de piel primaveral: tonos como marfil, color arena, beige claro, camel, marrón dorado y naranja serán favorecedores para ti. Por otro lado, explora opciones más allá del negro y blanco, y opta por tonos que resalten la frescura de tu piel de primavera.
Verano (subtono frío). Los tonos suaves y frescos son ideales para realzar la suavidad de tu piel de verano. Elige colores como grises, blancos suaves, rosas y azules empolvados para una apariencia fresca y radiante y evita los blancos brillantes o amarillentos, ya que pueden no favorecer tu tono de piel de verano.
Colorimetría en cabello
Invierno (subtono frío). Los tonos puros y vibrantes son ideales para complementar tu tono de piel de invierno. Ten en mente colores como negro azulado, castaño oscuro con reflejos rojizos, gris plateado, blanco o rubio platino para resaltar tu apariencia.
Otoño (subtono cálido). Los tonos naturales y cálidos son los más favorecedores para tu tono de piel de otoño. Opta por tonos como pelirrojo, cobrizo, castaño, rubio dorado, marrón chocolate o negro con matices rojizos o dorados para realzar tu cabello.
Primavera (subtono cálido). Los tonos rubios claros o dorados son perfectos para resaltar la frescura de tu tono de piel de primavera. También puedes probar con tonos castaños y marrones con rasgos dorados, así como mechas en tonos crema para agregar dimensión a tu cabello.
Verano (subtono frío). Opta por tonos suaves y frescos que favorezcan la suavidad de tu tono de piel de verano. Los colores como rubio platino, rubio ceniza, marrón claro o gris azulado son ideales para destacar tu apariencia natural.
Colorimetría en maquillaje
Teniendo en cuenta todo lo que hemos aprendido, algunos de los mejores consejos sobre cómo utilizar la colorimetría en el maquillaje serían.
Invierno (subtono frío). Para los ojos opta por sombras en tonos rosados, azulados y anaranjados. Evita los tonos dorados, ya que pueden hacer que la piel se vea más amarillenta. Para los labios, los tonos de labios en rosado o rojo frío complementarán tu piel de invierno.
Otoño (subtono cálido). Para los ojos, los tonos marrones y verdes son ideales para resaltar la calidez de tu piel. También puedes probar con azules como el turquesa para un aspecto más atrevido. De la misma forma, para los labios, los tonos cálidos como el terracota o el rojo ladrillo funcionarán bien con tu tono de piel otoñal.
Primavera (subtono cálido). Para los ojos, opta por sombras en tonos anaranjados, rosas y verdes dorados suaves y brillantes para realzar la frescura de tu piel de primavera; y para los labios, los tonos de labios en melocotón, coral o rosa son perfectos para favorecer tu aspecto primaveral.
Verano (subtono frío). Para los ojos, los tonos suaves y pastel son ideales para resaltar la delicadeza de tu piel de verano y los labiales nude o rosados son excelentes opciones para complementar tu piel de verano.