080 Barcelona Fashion estrena su trigésimo primera edición con el desfile de Simorra, firma cuyas propuestas se centran siempre en la arquitectura de materiales y formas como base de un diseño funcional de alto valor creativo. La colección In-touch es una invitación a conectar a través de las manos con los paisajes táctiles de nuestros recuerdos. Supone una exploración mediante los sentidos para mirar de una forma diferente y consecuentemente, de entender el mundo de una forma distinta.
Sumidos en un mundo en el que lo digital prima y en que las relaciones físicas e incluso emocionales están cada vez más restringidas, las propuestas de Simorra quieren dar importancia al tacto y a su capacidad para generar recuerdos. Algodones bordados, prendas realizadas con artesanías de macramé para vestidos o en apliques que se combinan con otros materiales, coloridos tweeds frescos y texturas cálidas, jacquards que dibujan en relieve líneas que se entrecruzan y guipures geométricos que imitan las baldosas hidráulicas utilizadas en terrazas y patios protegidos del calor son las claves de unas propuestas que nos invitan a vivir un verano repleto de emociones y de recuerdos.
Es “una propuesta que entiende las telas como un espacio de diálogo en el que dibujar historias de vida, poner en valor las relaciones transgeneracionales, la relevancia de lo cotidiano y la belleza en las cosas más sencillas”, tal y como asegura la marca. La última colección presentada, Nomad, fue un homenaje a aquellas mujeres inteligentes, curiosas, valientes e inquietas, que guiadas por la estrella polar, emprendieron un viaje rompiendo con los roles sociales y explorando más allá de su hogar.
Las nuevas propuestas nos invitan a tocar ya regresar así al hogar y a la memoria. “Apostamos por el equilibrio y la colaboración transgeneracional como clave de futuro para una sociedad mucho más sabia inclusiva y avance, del mismo modo que aprendemos de las técnicas pasadas y las unimos a las nuevas tecnologías para crear nuestros diseños y tejidos”, explica el equipo de diseñadoras Simorra.
De hecho, su propuesta de valor se basa en la conceptualización del tejido, especialmente desarrollado para cada colección, y la marca se caracteriza por una firme apuesta por un diseño funcional que dé respuesta a una sociedad transgeneracional.
La encargada de abrir el desfile ha sido Mayka Merino, que ha lucido un pichi de tweed con maxi sombrero en el mismo tejido. Cada look era un soplo de aire fresco que nos remite a una soleada tarde estival en la que las preocupaciones no tienen cabida y en la que vestidos camiseros largos con textura y mangas ligeramente abullonadas acabadas con puño de goma canilla aportan comodidad y cierto destello cottagecore.
No han faltado vestidos largos de lino estampado de tirantes y aberturas en los laterales, chalecos cortos de tweed con cuello camisero, hombro caído y cinturón incorporado del mismo tejido y blusas de algodón con bordados. La intención de esta edición de 080 es ser la más diversa hasta la fecha, y para lograrlo, el casting se ha esforzado en contar con modelos de diferentes tallas, etnias y edades.
En esta edición el compromiso con la diversidad estará muy presente tanto con el casting, basado en la inclusión, la diversidad y la multiculturalidad, como con las marcas, comprometidas y concienciadas hacia los valores del 080 Barcelona Fashion. Sin duda, Simorra ha decidido apostar por la diversidad y por ello hemos visto a muchas modelos de diferente tallaje desfilar en una pasarela que nos ha invitado a soñar con el verano, cada vez más cercano.
Una de las encargadas de dar diversidad a la pasarela ha sido Lorena Durán, que ha lucido un vestido midi de ganchillo hecho a mano y acabado con flecos con lágrima con botón en la parte trasera. Sin duda, el arranque de la pasarela catalana ha dejado claro que la moda está cada vez más dispuesta a hacer de la diversidad no una idea, sino una realidad.