Simorra recrea una noche en la ópera ambientada en el Museo Cristóbal Balenciaga, para contarnos sus 45 años haciendo prêt-à-porter

La historia de la moda está íntimamente ligada a la de la música. Lo vemos en cómo acompaña cada desfile marcando el ritmo de una colección, aunque también en esa partitura imaginaria que supone un patrón, o en cómo cada una de las partes de la prenda podrían ser notas musicales cuya misión es crear una melodía armónica unida mediante hilo y aguja.

¡La de veces se han inspirado la una en la otra! Tantas, que casi parece imposible concebirlas ajenas, aunque hay ocasiones únicas de cuyo matrimonio nacen historias de amor como la de Simorra, que para celebrar sus 45 años de vida han recreado una retrospectiva titulada ‘Una noche en la ópera’. 

Como parte del San Sebastián Moda Festival, la firma barcelonesa de prêt-à-porter, ha ofrecido una vista cronológica expresada a través de la ausencia de color, donde el blanco y negro han sido los encargados de rendir homenaje al patrón y al tejido sobre la pasarela. El escenario no podía ser otro que el Museo Cristóbal Balenciaga, en Getaria, el lugar donde el arte de la costura se eleva con sólo mentar al maestro.

Una vuelta al origen

¿Dónde está el origen de todas las cosas que nos une más allá de lo que vemos, de lo que tocamos? Esta es la pregunta que confiesan se hacen desde Simorra al enfrentarse a una nueva colección; una interrogante que busca desnudar de artificios la verdadera esencia que todos escondemos, y que pone de manifiesto esa narrativa única y pura que año con año ofrece la marca.

Bajo esta premisa se enfrentaron a la elección de piezas que darían vida a esta retrospectiva, que ha rescatado alguna de las prendas más míticas de las cuatro décadas de su historia. En esta nueva etapa, la familia Dimas recupera el legado de Javier Simorra, poniendo el tejido en el centro del proceso creativo. ¿El resultado? Una noche mágica que viste el pasado de negro y al presente de blanco, en un desfile que ha devuelto a la pasarela diseños muy especiales.

Como no podía ser de otro modo, la historia de Simorra está íntimamente ligada a la ópera. El primer episodio se escribió en el Gran Teatro del Liceo y el amor por el Bel Canto del padre de Javier, un couturier que enseñó a su hijo a hablar este lenguaje y a expresarlo a través de puntadas que se transforman en volúmenes y formas. Mientras que Eva Dimas, Head of Brand de la firma, confiesa que su familia también es amante del género y que por ello forma parte del ADN en este nuevo capítulo de la marca.

Simorra de ayer, de hoy y de siempre 

Volúmenes en cuerpos y faldas, riqueza de tejidos y juegos de plisados y aplicaciones brillantes son los elementos más destacados de esta propuesta para reivindicar el arte, la cultura, la belleza y la moda compartiendo un mismo libreto.

Carencia de estampados que no echamos de menos gracias a los detalles de pedrería del Simorra de antes, y el juego de texturas que aporta la nueva savia. Un canto al pasado que inspira el presente que persigue dejar que sea el tejido el encargado de contar una historia sobre lienzos en blanco, que a ratos nos recuerdan a origamis que se amoldan al cuerpo, graciosos y bamboleantes. 

Para ser sinceros, la nueva Simorra en algo nos recuerda al maestro Cristóbal Balenciaga, y es en el aire que siempre existe entre el cuerpo y la prenda, cuyo objetivo es el de dotar de libertad de movimiento, aunque también se antoja como un plan perfecto de exhibir cada obra más allá de quien la luzca.

Es así que vimos sobrecamisas oversize unidas ínfimamente con cintas grosgrain infinitas que caen hasta el suelo en una especie de obra inacabada, que parece sugerir una reinvención constante con cada estilismo. 

Mangas plisadas que parecen farolillos alegres, cuellos victorianos con carácter, tafetán, shantung y gasa, que crean tramas sensoriales que invitan a ser tocadas y que nos remonta a la sencillez del origen. 

Transparencias sugerentes que hablan de elegancia, las de antes, con pailletes y plumas que recuerdan a una eterna flapper; las de hoy, dejando adivinar la silueta a través de finísimos tejidos o de calados eyelet, aportando una mirada más sofisticada y moderna.  

Con el material como gran telón de fondo, la familia Dimas, tercera generación del textil barcelonés, deja claro que el proceso de renovación de la firma viene marcado por la importancia de las materias primas, donde los tejidos un vehículo de expresión y futuro para el prêt-à-porter de alto nivel, por su capacidad de contar historias de valor que aportan significado al diseño.