¿Confirmamos que los zapatos planos y el tacón sensato son nuestra nueva obsesión para el otoño? Armani, Prada y Giambattista Valli, nos dan la razón

“Un par de zapatos puede cambiar tu vida”, rezaba Cenicienta mientras se probaba aquellos de cristal que bien podrían haber sido diseñados por Manolo Blahnik. Razón no le faltaba porque desde siempre, han sido objeto de deseo, de fetiche y de reivindicación, y para muchos, una marca personal que las han llevado a ser iconos de estilo —quién sería Carrie Bradshaw sin ese armario lleno de cajas de zapatos, de tacón, por cierto—.

Las adictas a los tacones están en sus días bajos. La reina Letizia ha tenido que bajarse de los suyos a causa del Neuroma de Morton que padece, mientras que las pasarelas nos advierten que ya no es necesario sufrir para estar bella, ofreciéndonos propuestas tan ideales, que no echamos de menos esos centímetros de más de los stilettos o las plataformas imposibles.

Tacones irreverentes vs. tacón sensato

Victoria Beckham, Ariana Grande, Sarah Jessica Parker, Salma Hayek o Kim Kardashian, son solo algunas de las cerebritis que no pueden resistirse ante un par de tacones y en muy pocas ocasiones se han dejado ver con zapatos planos.

Sin ir más lejos, cuando Vicky tuvo que usar muletas hace unos meses debido a una lesión en el gimnasio, no renunció a sus ya clásicos tacones de aguja, dando lugar a un sin fin de críticas. Por su parte, la mexicana afirmó que, “si no hubiera sido por mis tacones altos, seguiría en Coatzacoalcos y tendría 10 hijos”.

Todas ellas son adictas a verse estilizadas gracias a los 12 centímetros que suelen llevar, y a la sensación de empoderamiento que les causa. Aunque, dramas estéticos aparte, lo cierto es que vivir subida a unos tacones no es sano ni recomendable.

La propia Celine Dion en su documental, ‘Soy Céline Dion’ (Prime Video) donde habla de su lucha con el síndrome de la persona rígida, ironiza sobre su pasión: “Cuando una chica ama unos zapatos, logra que le valgan. Siempre que voy a una tienda, me gustan unos zapatos y me preguntan cuál es mi talla, contesto: ‘No, no lo entiendes. ¿Qué talla tienes? Yo los haré encajar, haré que me valgan’. Yo llevo el zapato, no es el zapato el que me lleva a mí. A veces me he puesto zapatos con los dedos totalmente encogidos y otras, muy distendidos para sujetarlos”.

Una reivindicación feminista

Hace años que llevamos viendo mujeres famosas pasear por la alfombra roja planas o simplemente quitarse los tacones ante la imposibilidad de mantener el equilibrio. Lo más interesante es que lejos de buscar crear estilo, estaban señalando la actitud machista de ciertos códigos de vestimenta, a raíz de lo sucedido en 2015, cuando se expulsó a varias mujeres de una proyección de la película ‘Carol’ en el Festival de Cannes, por no llevar tacones.

La actriz Emma Thompson fue una de las primeras en revelarse, y lo hizo durante la ceremonia de los Globos de Oro de 2014, cuando subió descalza al escenario y con sus Louboutin en la mano gritó “el rojo de la suela es mi sangre”. 

Le siguieron Julia Roberts, quien subió descalza la escalinata de la Croisette en 2016, Jennifer Lawrence, con aquel vestidazo rojo de Dior y unas flip flop negras, o Kristen Stewart, que también se quitó los famosos zapatos de la suela roja para posar en un photocall: "La gente se molesta mucho si no llevas tacones. Pero ya no pueden exigirle eso a nadie, eso es así. Si a los chicos no les piden que lleven tacones y vestido, a mí tampoco", declaró para el Hollywood Reporter.

La pasarela baja a tierra

Lo cierto es que los tacones nunca nos van a abandonar (por fortuna de ciertos looks), aunque se agradece que dejen de ser la única alternativa para lucir radiante en cualquier ocasión. Los grandes diseñadores han incluido modelos planos o con tacón sensato que son tan válidos para un día de trabajo, como para una fiesta de noche, abriendo un abanico de posibilidades que bien merece la pena explorar. 

Ejemplo de ello es lo que hicieron Irene y Elena Bellido, las hermanas que fundaron la firma de zapatos Les Juliettes, donde intentan ofrecer un producto diferente con la comodidad y el diseño como pilares principales. "Nuestros modelos están diseñados para ayudar a que nos sintamos más fuertes y seguras. "No imaginamos un calzado que no sea cómodo", nos explican mientras nos muestran el modelo Anna, con un tacón bajito que lo hace todoterreno, disponible en camel y en negro, con un broche de cristal de quita y pon.

Los kitten heels se convierten en los nuevos zapatos del lujo, ya lo dijo Prada, Carolina Herrera, Dolce & Gabbana, Miu Miu o Isabel Marant; mientras que los mocasines serán el zapato versátil que no te quitarás en los días de lluvia, ya sea tipo choker como los de Rabanne y Burberry, o más clásicos o en forma de slippers como los de The Row.

Por otro lado, las bailarinas se reinventan una y otra vez hasta subirse al último desfile de Giorgio Armani —’Winter Flowers’—, donde también hubo espacio para los bordados, los mules, los cordones y los botines calcetín. De punta y con lentejuelas son las que presenta Giambattista Valli, con estampado de cuadros (supertendencia) las de Versace o tipo merceditas las de Maitrepierre y Dior.

Brunello Cucinelli, Jason Wu, Max Mara, Maison Margiela o Moschino, también se suman a esta tendencia que demuestra que el glamour no sabe de alturas.