Cuando hablas con cualquier profesional de la peluquería es habitual que achaque unos cuantos de los problemas capilares que les planteamos al paso más básico y fundamental: el lavado del cabello. A pesar de ser algo que todos deberíamos saber hacer -por higiene, má que por belleza- lo cierto es que esto no es así.
Un mal lavado, con un producto poco adecuado para nuestro pelo puede traer consigo consecuencias poco deseadas como la sobreproducción de sebo, la falta de volumen o la caspa. Para evitar todos ellos es conveniente hablar de un champú sin sulfatos del que todas las usuarias que lo han probado hablan maravillas.
Pero primero vamos a explicar qué es un champú sin sulfatos y por qué puede ser todo un descubrimiento en la rutina capilar. El champú sin sulfatos es aquel que no presenta sulfatos en sus diferentes formas, es decir, este puede venir indicado en la lista de ingredientes como Sodium Lauril Sulfate o Sodium Laureth Sulfate. Con la ausencia de estas etiquetas, sabremos que estamos usando un producto más natural y, por tanto, menos agresivo tanto para el cuero cabelludo como para la fibra capilar.
El champú sin sulfatos que arrasa
La razón principal por la que se usan este tipo de componentes en los champús tradicionales es porque actúan como activo detergente. Es decir, son los principales factores del limpiado del cabello, arrastrando impurezas y la grasa acumulada en el pelo y cuero cabelludo.
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Por otro lado, también son los principales elementos para producir espuma en el momento del lavado. Esto lo hacen muchas marcas, porque la mayoría de consumido asociamos la capacidad de hacer espuma de un producto a una elevada acción limpiadora. La realidad es que no siempre funciona así.
Pero esto también tiene una cara negativa, y es que debido a su gran poder detergente los sulfatos son elementos bastante agresivos. Algunas de las consecuencias de estos champús, sobre todo en gente con el cuero cabelludo sensible, es la irritación y los picores. Así mismo sobre cabellos teñidos provoca un efecto menos duradero del color aplicado, haciendo desaparecer, más rápido, el tinte lavado tras lavado.
Por eso, en la actualidad se pueden encontrar en el mercado alternativas, con una gran capacidad es que en la actualidad se pueden encontrar champús sin sulfatos con la misma capacidad limpiadora que los que si lo tienen. Entre todas las opciones que podemos encontrar en la farmacia hay uno que está arrasando por su eficacia y por lo respetuoso que es con el cuero cabelludo y la fibra capilar.
Este producto es el champús la quinina & edelweiss bio, de la firma Klorane, una marca que se puede adquirir en farmacia. Es un producto fortificante y revitalizante que ayuda a sanearlo, ya que estimula el crecimiento del cabello y le devuelve su fuerza y tono.
Se elabora a base de una activa combinación de vitamina B y de quinina, que hace que el pelo recupere su fortaleza y volumen. La quinina es conocida por sus propiedades astringentes y fortificantes, que actúa en el interior del bulbo piloso fortaleciendo el cabello desde su raíz y aportando más volumen. Indicado para cabellos castigados, secos y propensos a quebrarse o caerse. Se comercializa en envases de 400 mililitros y tiene un precio de 12,56 euros.
Otras alternativas de champú sin sulfatos
- Lab 35, de Kallos (3,99 euros)
Es un champú suave y protector para el cabello normal y teñido que destaca por su alto contenido en extracto de bambú y el aceite de argán. Estos dos ingredientes protegen y fortalecen las fibras sensibles del cabello y su color para un resultado brillante, suave y duradero día tras día.
- Shea Butter Champú Manteca de Karité, de Maui (7,99 euros)
Este champú cremoso está hecho con manteca de karité, aceites de coco y macadamia. Todo ello ayuda a calmar profundamente, a nutrir y suavizar tus mechones para que tu pelo vuelva a verse sano. Este champú se complementa con el acondicionador y la mascarilla revitalizante e hidratante de manteca de karité. El tratamiento no contiene parabenos, siliconas, colorantes sintéticos, ni sulfatos. Ideal para tratar el pelo seco.