Tamara Falcó es uno de los iconos más destacados del panorama español, pero no solo a un nivel estilístico en la moda, sino que en el terreno de la decoración se ha coronado como todo un referente. Hemos descubierto ya algunas estancias de su hogar y ahora nos colamos en la más importante.
Su dormitorio refleja la esencia de su estilo personal, combinando elegancia atemporal con un toque de frescura contemporánea. Cada detalle en este espacio ha sido seleccionado para transmitir calma y sofisticación, convirtiéndolo en un refugio perfecto para desconectar del ritmo frenético de la vida cotidiana. Desde los colores hasta los elementos decorativos, todo está pensado para crear un ambiente acogedor que invita al descanso.
Colores suaves y acogedores
El primer aspecto que destaca en este dormitorio es la paleta de colores cuidadosamente seleccionada. Con énfasis en la próxima primavera, vemos cómo predominan las tonalidades claras, como el blanco, el beige y un delicado rosa empolvado, que juntos crean un ambiente relajante y luminoso.
Esta paleta cromática permite que la luz natural fluya libremente por la habitación, destacando la sensación de amplitud y tranquilidad. Con esta base marcada por los clásicos neutros, crea el mejor telón de fondo para resaltar otros elementos decorativos que aportan carácter y personalidad al espacio.
Un juego de textiles sofisticados
La cama, protagonista indiscutible del dormitorio, de la que destaca un espectacular cabecero blanco con textura, está vestida con una combinación de textiles que aportan calidez y sofisticación. Los cojines decorativos con estampados étnicos en tonos burdeos destacan sobre el resto, añadiendo un contraste cálido y elegante al conjunto.
Las sábanas blancas y los cojines en clave XXL por su parte, también se llevan un papel protagonista, completando el set con una colcha ligera en ese tono rosa empolvado que te hemos mencionado previamente, ofreciendo un tacto suave y agradable que invita a relajarse.
Iluminación con personalidad
La elección de la iluminación también juega un papel clave en el diseño de este dormitorio (como en cualquier otra estancia). La lámpara de mesa con base dorada y pantalla blanca es una pieza de diseño que no pasa desapercibida y que sigue la línea del resto de elementos. Se posiciona encima de una mesilla de madera clásica, junto a un ramo de flores, que combina con otra más original, con las patas doradas en forma de flor.
Su ubicación junto a la cama no solo es funcional para la lectura o el uso nocturno, sino que también aporta un toque de lujo discreto al ambiente. La luz que emite esta lámpara crea una atmósfera cálida, reforzando la sensación de intimidad del espacio. Este tipo de iluminación, combinado con la luz natural que entra durante el día, logra un equilibrio perfecto entre claridad y confort.
Arte minimalista
En las paredes, dos cuadros de líneas minimalistas en tonos neutros refuerzan la estética relajada y moderna del dormitorio, así como el resto de la vivienda de Tamara, donde también hemos apreciado otras obras de arte. En este caso son un ejemplo de cómo menos es más, y de cómo el arte puede integrarse perfectamente en un espacio sin sobrecargarlo.
Los cuadros cuentan con su diseño sutil que añade profundidad visual sin distraer la atención del resto de los elementos decorativos. Con este enfoque propio de una estética más depurada y sencilla, contribuye a la sensación general de orden y serenidad, que es una de las principales características de este dormitorio.
Con todos estos detalles, que siguen muchas de las tendencias destacadas para el 2025, Tamara Falcó vuelve a dar una lección magistral. Y es que el diseño de interiores es algo más que elegir muebles y detalles bonitos; es tener la capacidad de hacer que un espacio transmita emociones.