Me presento. Soy Silvia Capafons, periodista de belleza, fitness y colaboradora de InStyle. Como veis, me encanta el deporte, pero confieso que hacerlo en casa, ahora que salgo poco y hace mal tiempo, me aburre y me da especial pereza. Por eso, actualmente, en mi historial de Youtube se acumulan vídeos de crossfit, pilates o yoga con un denominador común: casi todos sin terminar de visualizar (y practicar).
En conclusión: cuando InStyle y Nintendo Switch me propusieron probar Ring Fit Adventure, no estaba muy segura de que pudieran activar de nuevo mi fuerza de voluntad. Pero como en cuestiones de deporte nunca digo que no a nada y en las fechas que nos acompañan llueven las calorías, instalé mi videojuego y le di al “on”.
En cuestión de minutos ya estaba preparada para sumergirme en este impresionante mundo de aventuras y olvidarme de mi rutina, el trabajo o los deberes de mis hijas por un ratito: adiós, Silvia, hola alter ego categoría diosa vikinga (yo elijo mis rasgos en el juego) que llega dispuesta (y no hay quien le tosa) a derrotar a Draco, dragón culturista que ha sumido al planeta en el caos. Aunque hay otras opciones (como entrenar partes específicas de tu cuerpo como si de una tabla de gimnasio se tratara), o “picarte” en el modo multijugador mientras te ejercitas a través de divertidos mini-juegos, yo elijo el modo Aventura tras el necesario calentamiento. Este me permite vivir un sinfín de aventuras con diferentes ejercicios a medida que avanzo.
¿Por qué engancharte a Ring Fit Adventure como me ha pasado a mí?
Para empezar: enfrentarme a un dragón no me había ocurrido ni en sueños, y con el añadido de que sea culturista, ¡ni os cuento! En el momento de redactar estas conclusiones, un día después de jugar, mis agujetas me acompañan. Pero como elegí empezar en modo suave, son de las gustosas, de esas que no molestan.
Pues bien: he trasteado, jugado y sudado. Y creo que ya entiendo por qué se han vendido seis millones de copias de este juego en todo el mundo. ¿Cuáles son mis razones para no separarme de él?
- No tengo que ir al gym. Nunca he sido carne de gimnasio, no me gusta que me miren, prefiero ir a lo mío.
- Evito perder tiempo en desplazamientos. Ni atascos ni prisas, ni ponerme mona (yo me pinto el ojo hasta para ir a la esquina): lo bueno de este juego de Nintendo es que lo puedo hacer en el mismo momento que me lo proponga y durante el tiempo que quiera, desde casa.
- Me ducho en mi baño. Prefiero la comodidad de mi ducha y de paso evito coger frío al salir de un gimnasio.
- Trabajo mis propias zonas rebeldes. Como elijo la manera de explorar y sumergirme en la aventura, me centro en esas partes que quiero reafirmar o moldear en función de los ejercicios que proponen.
En definitiva,Ring Fit Adventure me parece una forma divertidísima de ponerme en forma sin enterarme, mientras me meto en el papel de heroína de ficción y salvo el mundo, pero con el gustito que da saberme a salvo de peligros y desde la comodidad de mi hogar.
¡Ah! ¿Queréis saber otra ventaja de hacer este ejercicio en casa? Al terminar, puedo tomarte un té calentito en mi sofá. ¡Y como nueva!