Conocida por su elegancia que perdura en el tiempo, la maison de Christian Dior vuelve a desfilar sobre las pasarelas francesas en la Semana de la Moda de París con su nueva colección de mujer de Primavera/Verano 2024.
Tanto la cuenta de Instagram de la firma como Maria Grazia Chiuri, directora creativa de Dior desde 2016 y primera mujer que se puso a la cabeza de la maison, ya anunciaban pequeños indicios. Y, aparentemente, la sabiduría y la liberación femenina es hilo conductor de sus últimas piezas.
«¿Alguna vez te han llamado bruja?», declara Chiuri en uno de sus últimos posts de Instagram, bajo un collage de pinturas, libros y otras obras de arte que desprendían magia y misterio. Además, en una de las publicaciones de la firma, el discurso de la antropóloga Michela Zucca traía consigo varias pistas de lo que podíamos esperar de la nueva inspiración de Dior.
«La figura de la bruja entre las comunidades alpinas es una figura pluriforme y de líder, en el sentido de que es una mujer que conoce la naturaleza más que otros y sabe cómo curar», comenta Zucca, haciendo referencia a la sabiduría y experiencia vital que podían llegar a tener estas mujeres.
De esta manera, nos encontramos ante una colección estilística llena de misterio, con una historia puramente femenina que perdura hasta la actualidad, sirviendo como legado trascendental y como hilo de inspiración, incluso para las más clásicas firmas de la alta costura como es Dior.
Los looks más destacables de Christian Dior SS24
Sobre una pasarela a rayas amarillas y rosas abría paso el tan esperado desfile de Dior, con una estética sofisticada a la par que oscura en sus confecciones. Fue en ese momento donde se creaba una simbiosis entre la feminidad y el feminismo al combinar arquitecturas y estampados medievales con mensajes contemporáneos como «No sólo soy una madre, una esposa y una hija. Soy una mujer».
El color negro contrastaba con el escenario y las obras respiraban la esencia de la maison con un toque punk y encantado. En una de sus piezas iniciales, encontramos una clara reminiscencia a la icónica chaqueta Bar al tener esa cintura marcada y corte peplum tan característico de la firma. Una pieza en negro que a si vez juega con la superposición sobre una camisa blanca y sobre una falda midi de transparencias.
Esta vez no veremos la toile de Jouy tal y como la conocemos, sino que los motivos naturales y típicos de la estética del tarot y de la naturaleza envuelven los estampados, y no por ello dejarán de tener ese acercamiento al horror vacui por el que se caracteriza la firma.
Quedan proyectados tanto en abrigos como en vestidos y faldas, que, combinadas con las camisas asimétricas –pieza estrella de esta colección–, forman un look clásico con un toque contemporáneo.
Pero no todo iba a ser colores oscuros. Los tonos blancos aparecieron, pero no en su matiz más puro y pulcro, sino con un efecto quemado en el bajo de las faldas, chaquetas y bermudas que se iba difuminando hasta llegar de nuevo a las camisas asimétricas, representando así la ceniza y las pociones de amor.
Esta mística toile de Jouy no sólo la hemos apreciado en faldas, vestidos y abrigos, sino también en sus más icónicos complementos, como el Dior Book Tote, donde los motivos de la naturaleza como las hierbas medicinales, las fases de la luna y del sol son los protagonistas. Esta última gran estrella ha sido también objeto de decoración en la joyería, como los chokers que ponen el broche de oro a los diferentes conjuntos.
Pero estos motivos místicos, además de encontrarlos sobre diferentes textiles, lucen a su vez sobre las transparencias, uno de los elementos clave de esta colección. Tanto en color negro como en blanco, en tejido de rejilla como en tul, han aportado un aire lleno de elegancia y misterio a muchas de las piezas.
Y, como guinda del pastel, no podían faltar los vestidos joya. También teñidos de negro, formaban una esbelta figura confeccionada en encajes y transparencias, con cuello perkins y corte evasé para portar mayor elegancia y feminidad.