37 firmas han presentado estos días sus nuevas propuestas para las novias del próximo año y la ciudad de Barcelona se ha convertido, un año más, en la anfitriona de la Barcelona Bridal Fashion Week (BBFW) celebrada en el recinto de Montjuïc de Fira de Barcelona. Uno de los eventos nupciales más esperados del año y en el que hemos visto la esencia de una novia más protagonista que nunca que abandona el papel de princesa para ser ella misma.
Cuatro días cargados de emoción en los que los diseñadores han dado paso a las novias que se reinventan desde la tradición hasta la reinterpretación de las líneas más clásicas y depuradas. Del más absoluto minimalismo a las formas más sofisticadas y protagonistas con un nuevo concepto de ceremonia.
La novia del siglo XXI va un paso más allá antes de pronunciar el “sí, quiero” con una apuesta femenina y empoderada, detallista y con un sutil punto romántico. Así lo han sentenciado las pasarelas en la BBFW donde las líneas más clásicas se posicionan ahora como las favoritas, rediseñadas con toques vanguardistas que van del estilo boho al minimalismo del lujo silencioso.
Atrás quedan los vestidos ceñidos en donde el corsé oculto era un imprescindible, ahora todo queda a la vista, incluso la lencería en muchas propuestas como las transparencias de Pronovias. Diseños en los que la figura femenina se vislumbra de la forma más sensual a la más sugerente en lujosos tejidos la organza o la seda, el encaje de Chatilly o la bambula. Continúa con especial importancia la combinación de estos materiales que crea contrastes en un equilibrio perfecto entre lo clásico y lo moderno.
Lo que no cambia apenas son los colores porque el blanco, en su más absoluta gama de tonalidades, sigue siendo el gran protagonista. No importa si prefieres un toque nacarado, marfil o un nude incluso para las más arriesgadas. Solo algunos se atreven a añadir un toque de color que va del rosa, al celeste o el gris.
Las 5 tendencias más importantes de la BBFW
Un escote: palabra de honor
Si solo tuviéramos que quedarnos con un escote para el próximo 2025, ese sería el palabra de honor o escote redondo. Un patrón que hemos visto en al menos un vestido de novia de prácticamente todas las firmas, pero eso sí, cada una de ellas en su estilo más personal.
Morilee By Gardner apuesta por diseños acompañados de manguitos o tirantes caídos pero también cuerpos rígidos como corsés mientras que Giambattista Valli apuesta por opciones mucho más voluptuosas donde el tul es el claro protagonista del escote: cruzado, en forma de flor o con volantes. También la firma bilbaína, Sophie et Voilà, ha reafirmado el escote Bardot como un must en sus colecciones una temporada más.
Flores por doquier
Como si se tratase de un precioso jardín de flores, así son algunos de los diseños para las novias del próximo año. Algo predecible dado que es una tendencia que también hemos visto en los desfiles ready-to-wear de la última temporada. Cierto es que los tejidos con flores bordadas, con encaje o apliques de pedrería con diseños de lentejuelas es algo recurrente en la moda nupcial, sin embargo, lo que no esperábamos y que ha roto todos los esquemas han sido las flores en 3 dimensiones vistas sobre escotes, capas, cuerpos e incluso en accesorios.
Raquel López Novias apuesta por este tipo de flores en 3 dimensiones en capas o complementos al igual que Alicia Rueda que las convierte en las protagonistas de los velos para un look nupcial que derrocha feminidad con un toque de inocencia. También Yolancris lleva las flores de sus diseños de estilo boho a apliques en formato maxi del escote a la falda.
Líneas depuradas
Una de las tendencias que hemos visto en la Barcelona Bridal Fashion Week ha sido un regreso al minimalismo más absoluto donde los vestidos regresan con líneas depuradas para esa novia sencilla y minimalista pero que quiere verse elegante sin caer en lo básico.
Opciones que pasan por diseños de estilo slip dress pero con una gran caída como los de Atelier Pronovias, a vestidos más estructurados como los de Jesús Peiró que se inspiran en la luz que desprende cada novia, sobre todo “Cuando llega la novia”, tal como se llama esta colección.
Otra de las firmas nupciales que lleva años apostando por este tipo de líneas minimalistas es Sophie et Voilà, que en esta ocasión presentaban “vestidos ligeros y sofisticados, enfocados a las novias contemporáneas que buscan reflejar su esencia con un toque de luminosidad vasca”.
Oda a los trajes
El vestido es la prenda tradicional en las tendencias nupciales aunque eso no quita que sean cada vez más las novias que busquen la comodidad ante todo y prefieran algo con lo que se sientan más seguras, como un traje.
Entre las novedades, Yolancris presenta conjuntos de dos piezas relajados y ligeramente oversize mientras que Alicia Rueda se une a la tendencia de la blazer de estilo vestido e incluso apuesta por opciones cropped con falda satinada, aún más atrevida. Isabel Sanchís, por su parte, presenta a una novia especialmente sofisticada con trajes tradicionales sorprendidos por una corbata o una blazer cruzada de forma asimétrica.
Accesorios protagonistas
Los accesorios van adquiriendo cada vez más protagonismo con el paso del tiempo, al menos en el plano nupcial y van más allá de los manguitos o los velos. Entre ellos, los lazos, una de las tendencias de esta temporada que se transporta a los vestidos de novia desde opciones para el cabello hasta maxi lazos en la espalda o en los hombros, como los de la firma Marco & María.
Diademas y tocados, minimalistas y a contraste como los que vemos en Formoso contrastan con las pamelas en formato maxi de Yolancris, donde también entran en juego delicados guantes de plumeti que establecen una conversación sobre la belleza y el poder de la feminidad. Atelier Pronovias, por su parte, apuesta por guantes y medias en color negro para romper con ese blanco impoluto. Destacan también las capuchas sobre la pasarela en sustitución al clásico velo y así lo vimos en firmas como Claudio Di Mari o Helena en un nuevo concepto de la novia del siglo XXI.