A pesar de que hemos oído hablar en innumerables ocasiones de los bioestimuladores de colágeno, antes de entrar en materia, el equipo médico de Mira+Cueto, hace una aclaración muy importante “la bioestimulación (bio: vida/ estimulación: excitación de la actividad funcional) solo se realiza con células vivas, de cualquier tipo: o introducimos las células o activamos las propias”.
Por otra parte, los inductores de colágeno que utilizamos a día de hoy no están vivos, “sólo inducen a la bioestimulación del tejido o de la célula, como es la producción de colágeno por los fibroblastos de forma directa o indirecta, de forma química, con energía lumínica o calórica”. Dicho esto, lo correcto sería decir el uso de inductores de colágeno para la bioestimulación y no los bioestimuladores de colágeno.
Existen muchas dudas y confusiones que van más allá de su definición: cómo funcionan, para quién se recomiendan, con qué frecuencia deberían realizarse, cuándo veré resultados y si merece la pena o no que recurra a ellos. Hoy ponemos fin a todas ellas de la mano de los mejores expertos. ¡Olvídate del lifting de una vez por todas, hay vida más allá!
¿Qué son los bioestimuladores de colágeno y cómo funcionan?
Los inductores de colágeno son todos aquellos procedimientos que estimulan la formación de colágeno: “hablamos de inyectables, aparatología e incluso cosmética, como los retinoides, teniendo en cuenta que no todos realizan esa estimulación en el mismo grado y calidad de colágeno”, nos explican.
Tenemos disponibles inductores de colágeno que actúan de forma directa e indirecta sobre el fibroblasto, que es la célula que forma el colágeno; y otra forma de verlo es inductores químicos como los inyectables y físicos como la aparatología. Desde Mira+Cueto detallan cuál es la diferencia:
- Inyectables. Hablamos de Hidroxiapatita cálcica, Ácido Poliláctico, Policaprolactona y Polidioxanona (en forma de geles o de hilos).
- Aparatología. Es decir, toda la que produzca una lesión tisular controlada, como Radiofrecuencia, Ultrasonidos Microfocalizados de alta intensidad (HIFU), Láser e IPL. “Según la penetración y la intensidad producirán más o menos colágeno y de una manera más superficial, profunda o en varios planos”, comentan.
Beneficios de los bioestimuladores de colágeno
- Los inductores de colágeno tienen la ventaja de ser biocompatibles (suelen ser seguros y presentar menos reacciones alérgicas) y bioabsorbibles (se absorben y no dañan al organismo).
- Estimulan la producción natural de colágeno y elastina, lo que mejora su textura y firmeza.
- Reducen la aparición de líneas y arrugas finas.
- Incrementan la elasticidad de la piel, “ayudando a prevenir la flacidez y el descolgamiento, dando a la piel un aspecto más joven y firme”, explican La liposucción, sin duda, no es el único camino para una piel tersa.
- Los resultados son más naturales y duraderos. “Además, los cambios al ser más graduales son menos notorios y presentan una transición más suave”.
- Ayudan a regenerar la piel dañada por el sol, restaurando su apariencia saludable y joven.
Sin embargo, hay quien puede percibir alguna de estas ventajas como desventajas. “Si deseas resultados más notorios y rápidos, no es tu procedimiento. Al final, es muy importante individualizar cada caso y valorar si el paciente es candidato o no”, opina el equipo médico de Mira+Cueto.
Ingredientes activos famosos en los bioestimuladores de colágeno
El equipo médico de Mira+Cueto habla de tres en concreto: Hidroxiapatita cálcica, Ácido poliláctico y Policaprolactona y Polidioxanona.
- Hidroxiapatita cálcica. Generalmente, “lo encontramos en microesferas en una matriz de carboximetilcelulosa que se termina reabsorbiendo. Las esferas de hidroxiapatita cálcica son las que estimulan el fibroblasto y generan el colágeno, pero la matriz del producto ocupa algo de volumen”, nos cuentan. Su efecto dura hasta unos 12-18 meses y se suele hiperdiluir con suero para efecto únicamente bio-estimulador o se utiliza en una mezcla con ácido hialurónico conformando los rellenos híbridos.
- Ácido poliláctico. “Se utiliza hiperdiluido en agua bidestilada para evitar la agregación de cristales de ácido poliláctico. Suele ser un excelente estimulador de colágeno a nivel corporal, obteniendo muy buenos resultados en glúteos, cara interna de brazos o abdomen”, detallan. También puede usarse a nivel facial para estimular colágeno sin aportar excesivo volumen, el efecto puede durar hasta dos años, “pero según el efecto que se quiera conseguir, puede ser necesaria más de una sesión”, añaden desde Mira+Cueto.
- Policaprolactona y Polidioxanona. Estos forman parte de la composición de los hilos tensores. “Son sustancias reabsorbibles que generan colágeno alrededor de todo el trayecto del hilo. La tensión inicial del hilo se pierde con su reabsorción a las pocas semanas, pero el colágeno que genera perdura en torno a un año”, añaden. Por otro lado, “la policaprolactona también la podemos encontrar en microesferas dentro de un gel de carboximetilcelulosa, usándose como bioestimulador facial y corporal que aporta cierto grado de volumen”.
¿A quién se recomienda este procedimiento?
Como en cualquier procedimiento, siempre se debe realizar una evaluación previa para determinar si el paciente es un buen candidato para el tratamiento. En cuanto a quién se recomienda, desde Mira+Cueto son claros: a partir de los 30 años, destruimos más colágeno del que fabricamos. “Si a esto le sumamos factores externos como el sol, el tabaco o el estrés, vamos perdiéndolo de manera progresiva y exponencial. Además, esta pérdida se ve agravada en la mujer durante la menopausia”, donde el ultrasonido se vuelve también un aliado indispensable para la piel.
Frecuencia y resultados de los bioestimuladores de colágeno
Desde Mira+Cueto vuelven a insistir en la personificación, porque depende. Depende del tipo de tratamiento, y de la persona. “No es lo mismo la capacidad de producción de colágeno de una persona de 30 años, que la síntesis de colágeno que existe tras la menopausia, unido a que la velocidad de destrucción del colágeno aumenta con la edad”, acuñan.
No obstante, has de tener en cuenta que la producción de colágeno comienza unas tres semanas después de la aplicación del estímulo, por lo que, “en general, se comenzarían a ver resultados más evidentes entre la semana tres y doce posterior al tratamiento”.
Efecto secundarios: qué has de saber
Lo primero y más importante: nada de lo que preocuparse. Además, siempre te recomendamos que, si tienes miedos o inquietudes se lo comentes a tu experto antes de someterte a nada. A la hora de hablar de los bioestimuladores de colágeno, el equipo médico habla de enrojecimiento e hinchazón en la zona de aplicación, ya que puede ser una reacción que pasa por sí sola al poco tiempo después de la aplicación.
No obstante, “los principales efectos secundarios que pueden presentarse son a nivel de reactividad de la piel, aunque son muy poco comunes, como nódulos no inflamatorios y granulomas y, menos frecuentes, infección o lesión vascular”, advierten.
En el caso de la aparatología donde se trabaja con energía y calor, “los efectos que pudieran presentarse son operador dependiente, como en el caso de quemaduras superficiales de la piel”.
Precio y factores a tener en cuenta
El precio es relativo. “Cada paciente presenta necesidades diferentes, por lo que en base al diagnóstico que se llegue, el tratamiento y los presupuestos deben individualizarse”, concluyen los expertos de Mira+Cueto.