La primera vez que oí hablar de la blefaroplastia fue cuando me enteré de que es la operación que regalan a las niñas (y solo a las niñas) que acaban de cumplir dieciocho años en Oriente para que encuentren trabajo más fácilmente. Después fue Carlos Peguer –alias “la pija” en el podcast La Pija y la Quinqui– quién volvió a mencionarlo, porque aunque muchos no lo creerán, la blefaroplastia está a la orden del día a la hora de rejuvenecer la mirada y evitar los signos del cansancio, y por ende de la edad. Otra herramienta -mucho menos invasiva- para abrir la mirada es el lifting de pestañas. Pero eso es ya otra historia.

Mi abuela me decía siempre de pequeña que los ojos son el espejo del alma, esa herramienta que nos permite hablar, sonreír e incluso seducir. Iconos como Lauren Bacall, Blake Lively, Renée Zellweger o Zendaya son claros ejemplos de que unos párpados sutilmente caídos pueden ser un signo inimitable de belleza y sensualidad. Y no sólo eso, también son los culpables de transmitir seriedad en el ámbito profesional, inocencia y también vulnerabilidad a la hora de relacionarse. 

Sin embargo, cada vez somos más las que admiramos nuestros signos de cansancio y de fatiga al final del día, sintiendo que ese aspecto no nos representa. ¿Y esas facciones dónde se reflejan primero? En la mirada, por lo que para mejorarlos un poquito de una forma estratégica, los expertos han vuelto a traer sobre la mesa la blefaroplastia. Que dista mucho del lifting o de los bioestimuladores de colágeno cuando hablamos de efecto antiedad.

Qué es una blefaroplastia y en qué consiste

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“La blefaroplastia es una operación de los párpados para mejorar su aspecto, su función o  ambas; y consiste en realizar incisiones (cortes) en el párpado superior, en el inferior o en  ambos, para poder actuar sobre la piel, la grasa la musculatura y en ocasiones sobre otras estructuras de esa zona”, nos explica Dra. Beatriz Berenguer, cirujana plástica y secretaria general de la AECEP, Asociación Española de Cirugía Estética Plástica. 

Por lo que, su objetivo es que tu mirada se vea joven, tensando la piel, manteniendo la musculatura, volumen y firmeza de la expresión al abrir y cerrar los ojos.  

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¿En qué casos se realiza y para quién está recomendada?

Como ya veníamos anticipando, es una de las cirugías estéticas faciales más demandadas. Desde la AECP, nos explican que es debido a que la región periorbitaria es una de las primeras en mostrar los signos del paso del tiempo. Es decir, se empieza a caer el párpado superior, comienzan las arruguitas periorbitarias, las bolsas de los párpados inferiores, las ojeras… “Todo ello contribuye a que la mirada se vea más cansada, triste y a que globalmente el rostro se vea mayor”.  

Por lo que, se recomienda en todos estos casos donde se desea rejuvenecer la mirada. “En general suelen consultar a partir de los 40 años, pero hay casos excepcionales de párpados superiores muy cargados o bolsas y ojeras muy marcadas en personas muy jóvenes”, apunta la experta. 

También hay que hablar de las blefaroplastias funcionales o reconstructivas. Se realizan a personas cuya musculatura palpebral no funciona bien. Puede haber sufrido algún daño en los párpados como heridas, quemaduras, cirugías de cáncer, etc. “Estos casos son mucho menos frecuentes y requieren operaciones muy delicadas, pero también existen”, concluye.  

¿Cómo se realiza y cuáles son los resultados que se pueden esperar?

Al contrario de lo que muchas suelen esperar, esta cirugía se puede realizar bajo anestesia local, sedación o bajo anestesia general, dependiendo de la complejidad de cada caso. Habitualmente se realiza en régimen ambulante, “y siempre que se haga de la mano de profesionales cualificados y con experiencia específica, los resultados suelen ser muy satisfactorios, ya que la mirada se ve fresca, alegre y muy juvenil”.  

En cuanto al procedimiento, “se realizan incisiones delicadas en los pliegues naturales de los párpados, retensando la piel, trabajando el volumen, y reduciendo grasa dónde sobre, y recolocando dónde falta”, nos cuentan desde la Asociación Española de Cirugía Estética Plástica. Además, hacen hincapié en esto último, “ya que es el único camino para obtener un rejuvenecimiento eficaz y natural”.

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¿Cuáles son las diferencias entre la blefaroplastia superior e inferior?

  • La blefaroplastia superior se enfoca en corregir los problemas estéticos en los párpados superiores, eliminando el exceso de piel, grasa o músculo que pueda causar párpados caídos o bolsas en los ojos superiores. Es menos compleja y sus resultados mejoran el aspecto de los ojos cansados y envejecidos.
  • Sin embargo, la blefaroplastia inferior se centra en abordar las bolsas debajo de los ojos y el exceso de piel en los párpados inferiores. También suele caracterizarse por incluir técnicas de relleno para restaurar el volumen perdido, reduciendo la apariencia de ojeras, bolsas y arrugas debajo de los ojos.

Tiempo de recuperación, precio y posibles riesgos

Aunque todo depende del paciente en cuestión, el tiempo de recuperación medio es de ocho a diez días. “Durante este periodo se puede hacer una vida relativamente normal, pero tranquila, evitando esfuerzos”, apunta la Dra. Beatriz Berenguer. 

Los efectos secundarios no son graves, solo tienes que tener en cuenta que “los párpados se ponen morados y se inflaman durante unos cuatro días y se desinflaman en otros cuatro”. De esta forma, el resultado definitivo se verá en dos o tres meses.

En cuanto al precio, la blefaroplastia superior suele costar unos 2.500 euros y la inferior unos 4.500 euros, aunque cada caso es personal y eso podría hacer que la cuantía variase.

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