Si hay algo por lo que se reconoce de inmediato a la diseñadora María Escoté, es por su creatividad y enfoque innovador en el diseño de moda, el cual ha sabido trasladar a la perfección a la decoración de su hogar.
Su casa no es simplemente un espacio para vivir, sino un verdadero foco de expresión artística que refleja su amor por los colores vibrantes, las formas geométricas y los detalles extravagantes. Cada rincón está impregnado de su personalidad irreverente, donde el diseño audaz y la funcionalidad se encuentran en armonía.
Con una trayectoria que ha redefinido las normas del sector fashion, Escoté aplica el mismo enfoque disruptivo en la decoración de interiores, convirtiendo su hogar en una galería viva que celebra el maximalismo, el arte y la individualidad. En este artículo haremos un repaso por su hogar, viendo todas las tendencias de las que merece la pena tomar nota.
Un salón lleno de vida y color
El salón de María Escoté es un testimonio de su pasión por los contrastes y los detalles artísticos. Las paredes están adornadas con cuadros de flores vibrantes, enmarcados en tonos morados que aportan profundidad y energía al espacio.
Los sofás en azul oscuro se equilibran con cojines multicolores en tonos llamativos como amarillo, fucsia y cobalto, o incluso se suma al auge del animal print, creando un ambiente acogedor y dinámico a la vez.
Este enfoque convierte el espacio en un lugar que estimula los sentidos y demuestra la personalidad de quien lo habita. Además, destaca la presencia de esculturas contemporáneas con formas abstractas y colores llamativos, tal y como vemos en la fotografía, que funcionan como puntos focales.
Por último, resaltar la luz natural que entra por el lateral, que incide en esta gama cromática única, resaltando su energía y potenciando su intensidad.
Un vestidor como templo de la moda
Como buena diseñadora, no podía no tener un vestidor a la altura de su profesión. Podríamos decir que es un sueño para cualquier amante del interiorismo y la moda. Repleto de prendas coloridas y estampadas, este espacio refleja su carrera y su obsesión por los detalles.
Los estantes y cajones blancos permiten que las piezas destaquen, mientras que la iluminación, cuidadosamente instalada en el techo, resalta la riqueza de los colores y texturas de cada prenda.
Lo que más nos ha gustado es la distribución por lo que ha optado, algo clave si queremos que nuestro vestidor sea funcional y no solo estético. La combinación de espacio de almacenamiento y áreas abiertas para experimentar con looks lo convierte en un lugar dinámico, perfecto para inspirarse y crear.
La mayoría de las prendas las tiene colgadas con perchas en barras, aunque también ha optado por unas baldas en medio, ideal para los vaqueros y las sudaderas.
El contraste de una cocina minimalista
Aunque hemos visto que el resto de las habitaciones de su hogar, respiran esa energía propia de una estética como el maximalismo, es cierto que en la cocina se ha dejado llevar por el polo opuesto. Para nuestra sorpresa, se ha decantado por un diseño minimalista, donde predominan los tonos blancos y líneas limpias.
Sin embargo, no deja de incluir detalles únicos que aportan personalidad, como electrodomésticos modernos y accesorios que integran toques de fantasía. Nos referimos a la vajilla, por ejemplo, tal y como ha compartido a través de su cuenta de Instagram, que rescata esa esencia coquette que tanta fiebre causó el año pasado.
Los jarrones con flores en tonos pastel sobre la encimera de cuarzo dan un toque romántico y muy femenino, aunque nuestros ojos se han ido directamente a las tazas. Los bajoplatos simulan a un cojín mullido, todo en una paleta cromática marcada por los pasteles, resaltando la cubertería en clave dorada.
Un homenaje al diseño personal
Aunque hay algunas tendencias que podemos sacar en claro de la decoración del hogar de María Escoté, la lección que nos deja es que es un espacio que tiene que reflejar quién eres. Aunque el estilo nórdico o Japandi se hayan impuesto en el sector, es cierto que si no van contigo y muestran tus intereses, no será más que un espacio bonito, pero sin personalidad.
Por ello cuida mucho los pequeños detalles en cada habitación, esenciales para contar la historia visual de su hogar. Desde las molduras elaboradas en los marcos de los cuadros hasta las texturas de los tejidos en los cojines y alfombras, cada elemento se selecciona con un propósito claro.