El 21 de enero de 1923 nacía en Jerez de la Frontera, María Dolores Flores Ruiz, conocida mundialmente como Lola Flores. Actriz, bailaora y cantante, la madre de Lolita Flores, Rosario Flores y Antonio Flores, se convirtió en todo un referente de las mujeres libres, rebeldes y apasionadas en plena época de la posguerra. Un logro que todos los que la conocían vinculan a una sola cosa: talento.
Porque Lola Flores no creía en la suerte y por ello no la necesitó para convertirse en historia de España. Una leyenda del folclore que celebramos hoy fijándonos en el vestido de novia que lució en la que fue una boda muy íntima (con Carmen Sevilla entre los 22 invitados) y que se celebró a las 6 de la mañana en El Escorial (Madrid). Pero lo realmente importante de su diseño nupcial es que marcó un antes y un después en los vestidos de novia de nuestro país.
EL VESTIDO DE NOVIA DE LOLA FLORES: NI BLANCO NI LARGO Y DE ALTA COSTURA
Lola Flores tiró por tierra todos los convencionalismos de la época al enseñar las piernas de camino al altar. El largo midi no estaba considerado apropiado para una novia, pero poco le importaron las normas y Lola pidió a la modista que lo cortase. Ganaba en comodidad y así podría presumir de zapatos. Una jugada maestra.
Por no hablar de que desterró la idea de ir de blanco (aunque pocos lo sabían, Lola ya estaba embarazada de Lolita cuando le dio el ‘sí, quiero’ a Antonio González ‘El Pescaílla’) y lo sustituyó por un color gris perla sublime. Remató el look nupcial con mantilla, guantes y zapatos de raso del mismo color.
Pero no es casualidad que Lola Flores reinventase los vestidos de novia. Asunción Bastida, creadora de la pieza que lució la cantaora, fue una de las fundadoras de la Cooperativa de Alta Costura española que se creó en Barcelona en 1940 para seguir los pasos de la estructuración de la alta costura francesa cuando se creó la Chambre Syndicale de La Couture Parisienne.
De hecho, Asunción llegó a tener la autorización oficial de Christian Dior para reproducir sus modelos y poderlos firmar con la marca Dior. Por si no fuera poco, Bastida llegó a presentar sus colecciones en Estados Unidos durante la década de 1960, en 1963 en Miami y en 1965 en Nueva York. Se la recuerda también como la introductora en España del uso del algodón para prendas como vestidos de fiesta y fue también pionera en abrir boutiques con ropa de deporte.
VESTIDOS DE NOVIA MIDI PARA NOVIAS DIFERENTES
Una de las grandes ventajas de los vestidos midi es que si mides menos de 1,65 cm, su largo estilizará de manera automática tu silueta y parecerás más alta. Los vestidos largos, sobre todo si llevan cola, tienden a acortar la figura si no te subes a unos tacones kilométricos o mides algo más de 1,70 cm.
Además, si la falda es de corte evasé, como la de Lola Flores, conseguirás marcar la cintura, pero no las caderas. De ahí que su confección sea ideal para hacer más estrecha tu silueta y matizar tus curvas.
Aquí te dejamos dos propuestas de vestidos de novia que podrían seguir la estela del lucido por Lola Flores.
- De encaje de chantilly y falda con volumen
Pronovias permite personalizar todos sus diseños. Por lo tanto, no tendrás ningún problema en customizar este vestido y convertir su largo en midi. Tiene unas mangas casquillo, un cuello en pico y una hilera de botones de inspiración vintage que llegan hasta la parte inferior de la espalda que habrían enamorado a la faraona. Su precio parte de los 2.930 euros.
- Con mangas abullonadas y por debajo de la rodilla
Lo sabemos, solo se parece al de Lola Flores en que es de encaje. Sin embargo, las mangas de este diseño son puro arte y su forro desmontable en color rosado te convertirían en la novia más chic. Por no hablar de que es de la firma Self-Portrait, la preferida de Kate Middleton, y que su precio es de tan solo 332 euros por estar de rebajas. Su precio original era de 475 euros.
Y si te estás preguntado por qué Lola Flores y El Pescaílla se casaron a las 6 de la mañana fue porque el cantaor estaba amenazado de muerte por la familia de Dolores Amaya con la que había tenido una hija tres años antes. De ahí que el enlace fuese casi secreto. La anécdota de la ceremonia se produjo cuando tras las palabras del cura de "si alguien conoce algún impedimento para que el matrimonio se celebre, que hable ahora o calle para siempre", la Faraona replicó en voz baja "cállese, padre, no vayamos a liarla a última hora".